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martes, 16 de agosto de 2011

Fanfic Reversible by Kanji & Jeannelok Parte 2

¡Buenas lectores de Fanfic Patatero!
Como ya dijimos la semana pasada, os traemos la segunda parte de aquel reto que nos hicimos Jeannelok y yo (Kamji), la cara B del fanfic reversible. Espero que os estén gustándolas novedades y que disfrutéis de los fics que vamos publicando ;) sin más preámbulos... los fics...


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Título: Vagón inesperado
Autora: Kamji
Grupo: Super Junior
Género: Y yo que se! XD
Couple/s:Heechul/Jeannelok
Rating: +0000000
Observaciones:
No sé como habrá quedado la segunda parte del fic, pero espero que la disfrutéis de ella.

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El tren hizo una parada y Heechul miró por la ventana del solitario vagón que había escogido para su viaje de relax, no es que él vagón estuviera vacío a posta pero había dado la casualidad de que aquel vagón parecía tener una fuerza que hacía que la gente no pasara a su interior… Por su parte no tenía ningún problema, era lo que quería, estar solo y viajar con tranquilidad.
Venía de Barcelona y estaba algo cansado, el día anterior se había pateado la ciudad y un grupo de chicas le habían reconocido, él las saludó, pero parece ser que se corrió la voz y buscó la forma de escaparse cada vez que aparecían. No es que odiara a las fans, pero no le apetecía en vacaciones tener que andar haciendo lo mismo que hacía todos los días…
Se quedó dormido esperando que el tren saliera de una vez, por alguna razón se había quedado parado más tiempo del que debía, o eso le había parecido a él, respiró profundo y siguió con su placentero sueño.

Algo golpeó la cara del muchacho, algo blando, pero era algo, abrió los ojos molesto, odiaba que le lanzaran cosas a la cara, y dijo lo primero que pensó cabreado por la molestia que le suponía ese mínimo golpe… entonces al abrir los ojos una muchacha le miraba paralizada con los ojos muy abiertos, él siguió regañándola cabreado por la situación,  entonces ella hizo algo total y absolutamente absurdo, se levantó de su asiento y le tocó la nariz… él se quedó callado de inmediato mientras ella comenzó a pasear su dedo por su cara dibujándole el rostro, era la primera vez que le ocurría algo tan increíble, nunca ningún desconocido le había tocado la cara con permiso, como si fuera la suya propia, daba igual que el hubiera callado, daba lo mismo, ella estaba tan concentrada en acariciarle que parecía que estaba en otro planeta, el decidió hablar con ella y descubrir él porque de aquella chica tan curiosa.

-Emmm, ¡Hola! Soy Heechul- dijo en el poco español que había aprendido para el viaje y ella pareció salir del trance alejando las manos de su cara por fin, aunque por alguna razón se había acostumbrado  demasiado rápido.

-¿Ehhhh?- pestañeó la muchacha como procesando las palabras de Heechul que le miraba desconcertado, el repitió el mensaje.

-Hola, soy Heechul.

-Sí… lo sé… I know- dijo ella con mucha seguridad y el se sorprendió ¿le conocía? Ummm podría tener entonces aquella situación más sentido… pero tampoco, nunca ninguna fan había osado lanzarle cosas, mucho más sabiendo que a él le molestaba, y tampoco le habían acariciado así de repente, aquella no era una chica normal, estaba convencido del todo.

El estruendo se formó en el vagón cuando comenzó a sonar una melodía de móvil, pudo reconocerla aunque no era la original… ella cogió el teléfono y comenzó a hablar en español y entonces le miró con los ojos super abiertos y con el rostro extrañado, no tenía sentido nada de lo que acontecía en aquel vagón, era ella misma la que le había lanzado el papel a la cara y la misma que segundos después se la había sobeteado a gusto y placer y ahora… por alguna razón se sorprendía no sabía de que… comenzó a hablar nerviosa e intentó colgar el teléfono torpemente y se le calló al suelo, el fue a recogerlo del suelo pero la cabeza de la chica se metió por medio asestándole un fuerte golpe, sintió como el calor recorría la zona, un chichón se avecinaba, lo supo de inmediato, ella se disculpó al instante visiblemente avergonzada ¿dónde había quedado la muchacha de hacía unos minutos?

-Tienes la cabeza muy dura- la dijo en inglés y ella aunque todavía colorada le contestó con desparpajo, ahí estaba de nuevo esa actitud, aquella chica era absurdamente desconcertante…

Ella le preguntó algo, pero no la entendió porque se lo dijo en español, un segundo después preguntaba en un idioma entendible para el

-¿Qué haces tu aquí?-

-¿Yo? Viajar… como tu supongo- ella pareció darse cuenta de lo absurdo de la pregunta y asintió.

Heechul tomó una decisión, no pensaba bajarse de ese vagón sin llegar a conocer a aquella muchacha que le había despertado una curiosidad increíble, y eso era muy difícil en muchas ocasiones. Se sentó en el asiento que hacía un instante la muchacha ocupaba y se puso a inspeccionar la mochila ¡JA!  ¡Lo sabía! Era una fan, la muchacha tenía la mochila llena de chapas y muchas de ellas eran de su grupo y de sus compañeros y entonces se vio, sonriéndose a si mismo la miró.

-Eres ELF, me gusta- dijo satisfecho de al menos haber descubierto algo y henchido de  satisfacción-¿soy tu favorito?- y entonces, el desconcierto, la muchacha negó con la cabeza y una flecha le atravesó el orgullo masculino de una sola estocada mientras ella se reía de la situación ¿se estaba riendo de el? Eso no le hacía ninguna gracia, las mujeres no solían jugar con el de esa manera tan directa…
La chica se sentó en el asiento delante de el, enfrentándole cara a cara y después de que se le pasara el berrinche de aquello que el se había tomado como un verdadero insulto comenzaron a hablar como pudieron en una mezcla de idiomas un tanto extraña.
La chica iba a visitar a su amiga que vivía en Madrid y parecía muy emocionada por ello, la chica era tan expresiva que en ocasiones no era necesario ni que dijera en inglés lo que quería decir, su cara era totalmente un cúmulo de emociones continuas y eso le gustaba, mientras más hablaba con ella más extrañamente atraído se sentía por aquella persona que había irrumpido en su viaje rompiendo su calma. En realidad se sentía reconfortado por tener compañía en aquel largo viaje, era cierto que él había decidido ir solo y descubrir un país desconocido sin nadie al lado, incluso alguno de sus compañeros había insistido en ir con el, pero finalmente consiguió disuadirles de esa idea.

Después de un rato largo de conversación el estómago de Heechul tomó vida y dio un rugido avisando a su dueño de que necesitaba alimento, él se estiró intentando disimular mientras la muchacha le miraba sorprendida, pero el intento de dignificarse y hacer con que ese tremendo rugido no había sonando otro mucho más grande resonó en el vagón de forma contundente. Heechul tragó saliva y miró a la muchacha.

-¿Mogo?- dijo en coreano haciendo el gesto que le acompañaba- él negó con la cabeza, no podía dejar las cosas así, estaba haciendo el ridículo y no le gustaba nada…- ¿Estas seguro?- dijo en inglés sacando de su mochila un bocadillo de un tamaño alarmante, ella le dio un bocado aunque parecía que en cualquier momento el bocadillo iba a comerla a ella… su tripa se removía al verla comer con tanta gana y comenzó a chapurrear en coreano con la boca llena.

-¡No hables!- le dijo mirando los carrillos de la chica y entonces la descarada comenzó a hacer danzar el monstruoso bocadillo frente a su cara y a canturrear cosas que no entendía pero que suponía que eran para tentarle, el aroma del contenido del bocata estaba llegando a su nariz y le estaba matando, en ese momento el tren dio un frenazo y la chica perdió el equilibrio haciendo que gozilla hecho bocadillo se empotrara contra su rostro, no pudo evitar reírse internamente, la muchacha era encantadoramente torpe, ya se había dado cuenta antes pero esto lo remataba, ella se comenzó a disculpar preocupada y el la dedicó una sonrisa, se quitó un pelotón del relleno del bocadillo de la cara y lo probó, estaba realmente bueno entonces perdió la compostura.

-¡Ummmmmmm! ¡¡¡Mashita!!!- dijo en coreano y robándole el bocadillo de las manos mientras la muchacha le miraba con sorpresa, él partió el bocadillo en dos y se lo puso a la chica en las manos- ¿qué es esto?- preguntó y justo después le dio un bocado al bocadillo disfrutando como un chiquillo con el sabor que inundaba su paladar en ese momento, la muchacha dijo algo que entendió de forma extraña, intentó reproducirlo.

-Sobrasa- practicó en alto y ella comenzó a reírse porque lo había pronunciado de la forma equivocada, venció el orgullo ya que ella nuevamente te había reído de él, entonces la señaló a la cara haciéndola sobresaltarse-¿tu? ¿Cuál es tu nombre divertida y extraña chica?- dijo en inglés y la chica dejó de reírse sobresaltada por lo inesperado de su pregunta del muchacho.

-¿Yo? Inma…- dijo extrañada como si fuera normal que no la preguntaran su nombre después de haber estado tanto tiempo hablando durante el viaje, Heechul sintió un deseo irrefrenable de picarla un poco… se había reído ya suficiente de él… y se puso de golpe a canturrear.

-Innnnmaaaaa- la chica sonrió ante la actitud de él- I like your smile so muuuuuch- la chica le miró ligeramente sobrecogida y se puso de pronto colorada- wooo kiopta…- dijo abriendo los ojos, realmente estaba bonita de esa forma, ella parecía molesta.

-¡¡Para!!- y la entendió al instante, se había picado, se cruzó de brazos en su asiento enfurruñada y él la sonrió con ligera chulería.

-¡¡No tiene gracia!!- le contestó a esa mirada- ¡¡¡Tu!!! ¡¡¡Nappun namja!!!- gritó en medio del vagón y él no pudo evitar reírse ante el cabreo de la chica, estaba realmente adorable cuando se cabreaba, el se levantó de su asiento y se sentó al lado de ella, para molestarla un poquito más y poder ves esa expresión tan linda en su cara un rato más.

-Miss sobrasá- dijo mofándose y ella se enfurruñó mucho más.

-Ah no, eso no, motes horrorosos no… INMA… my name is INMA.

No pudo evitar reírse de aquella actitud luchadora y tierna y ella le giró la cabeza para no mirarle ¿se había enfadado de verdad? Sintió deseos de disculparse pero se le daba realmente mal hacerlo pero realmente no quería que aquella persona que acababa de conocer se enfadara con él, por alguna razón le producía malestar pensarlo entonces agarró la cara de aquella muchacha y le hizo que le mirara.

-IN-MA- dijo pronunciando con claridad su nombre y ella cogió aire él la miró un instante y entonces al mirarla a los ojos no dudó, se acercó lentamente y comenzó a besarla. Era la primera vez que hacía algo así con una fan… pero en todo momento ella no había sido una típica fan… de hecho no se había comportado para nada como una de ellas. Se separó ligeramente de ella y la sonrió rozando su nariz contra la de ella, pero ella seguía con los ojos cerrados, el se preocupó ¿había hecho mal? La preguntó de inmediato para descubrirlo.-¿Estas bien?

Ella abrió los ojos y sonrió dulcemente a lo que el la respondió de la misma manera, el se levantó para ponerse en su asiento original y se rascó la cabeza hablando en alto.

-Realmente, creo que me he vuelto loco… - era así, debía de estarlo para haber besado a una completa desconocida ¿quién no le iba a decir que según saliera del tren iba a salir corriendo a contárselo a todo el mundo? Era una fan… la miró un instante y sintió como el pecho le oprimía ligeramente la respiración, no le había ocurrido jamás aquella sensación, no con alguien desconocido, desde luego.

El silencio incómodo post besó hizo que una parte del viaje se hiciera incómoda, pero después de un rato ella rompió el hielo comenzando a hablarle y haciéndole que confirmara que aquella persona no era una normal y corriente, ella era especial…

Una voz mecánica anunció la llegada a la estación de tren, ambos se removieron en su asiento un tanto desganados, mientras se paraba el tren ella cogió su mochila y se acercó a el enfrentándole nuevamente cara a cara.

-Heechul- y le deshizo en medio segundo con una mirada intensa y dijo algo en español que no comprendió- Sarangheo…- y entonces le besó fugazmente y salió corriendo dejándole solo en aquel vagón de tren con cara de imbécil.
Se marchó igual que vino, fugaz y dejándole igual de cuando la vió por primera vez confuso, cogió sus cosas y salió del tren mirando hacia todos los lados en busca de la chica pero entre el gentío de la estación era imposible verla… sintió una punzada de dolor, al pensar que no la volvería a ver, al menos no sino hacía algo…

Cogió un taxi que le llevó a su hotel, dejó las cosas sintiéndose agotado, enchufó el portátil para mirar el correo, Leeteuk le había enviado un correo para saber como se encontraba, pero él no estaba concentrado en nada de lo que hacía desde que había bajado de aquel tren, se tumbó en la cama suspirando… ¿estaba suspirando? Dios mío realmente se había vuelto loco por aquella chica… Inma se llamaba, pronunció varias veces su nombre en alto para no olvidarse, aunque él sabía de sobra que no iba a ocurrir, por alguna razón que ni el mismo comprendía aquella chica le había dejado marcado…
De repente tuvo una idea, era un tanto descabellada, pero siendo fan…
Se levantó de golpe de la cama y corrió al PC, abrió Twitter y escribió un mensaje.

@Heedictator Today I’m really fall in love, where are you Miss sobrasada?

Era una locura, con toda la gente que le seguía en Twitter no iba a leerle precisamente ella, pero igualmente lo hizo, una oleada de mensajes comenzaron a bombardearle y decidió leerlos todos para saber si entre ellos estaba la chica del tren… la persona que le había llenado de alegría aquel viaje… y de muchas cosas más, pero seguramente ella no lo sabía ni siquiera…
Después de muchas horas mirando en el PC se agotó… pero antes de apagarlo miró obsesivamente las menciones y entonces lo vió, las palabras que esperaba.

@Jeannelok Don’t play with me… want to die? I told you don’t call me… babo… te quiero.

Sonrió y comenzó a latirle el corazón a mil por hora… la había encontrado, no sabía nada de que le depararía aquella chica… su estancia en España… nada de nada, pero le encantaban los retos y más aún… le encantaba ella.

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Título:Llueve en el lago
Autora: Jeannelok
Grupo:2PM
Género: Ese mismo
Couple/s: Wooyoung/Kamji
Rating: Everybody XD

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No había nada de extraño aquel día. Se había levantado temprano y fue a desayunar, como cualquier mañana, saludando a sus padres al encontrárselos en la cocina también. La misma vida aburrida de siempre comenzaba tan aburridamente como siempre. Ese día tenía fiesta en el trabajo y había quedado con sus colegas para ir a hacer unas canastas: al menos eso le distraería de la rutina.
Desayunó rápidamente y lavó sus cacharros, yendo a la ducha, recogiendo su cuarto, comiendo cuando tocó y haciendo tiempo hasta que finalmente llegó la hora de quedar con sus amigos. Cuando llegó a la cancha estaba solo, así que esperó a sus amigos haciendo unos tiros.
Wooyoung era un chico deportista, a parte de adorar el baile, sin embargo por alguna razón aquella mañana no tenía muchas ganas de jugar. Desde hacía tiempo se sentía presionado por aquella monotonía que le estaba ofreciendo la vida y solo quería alguna cosa, por pequeña que fuese, que le hiciera despertar de aquel letargo.
Poco a poco fueron llegando los demás chicos y en un rato estuvieron todos juntos jugando a baloncesto, sudando y riendo. Al menos podía disfrutar y desfogarse de aquella manera, momento de la semana que tenía reservado para eso. Era el más alto de todos los que estaban allí jugando, pero posiblemente también de los más malos. Realmente creía que sus amigos podrían volverse famosos con esos pases y esos juegos de piernas. Lástima de sus alturas.
Recibió el balón y se lo pasó por la espalda para evitar que se lo robasen, arrancando a correr y lanzando a canasta. La pelota rodeó el círculo varias veces, tanteando si entrar o no y poniéndolos a todos de los nervios, sobre todo a él. Obviamente no pasaba nada si ganaba un equipo u otro, estaban simplemente divirtiéndose, pero eso no evitaba que hubieran sacado su lado competitivo. Finalmente la bola decidió regresar a él, quien viendo a los demás aproximarse peligrosamente optó por pasársela a alguien de su equipo al otro lado, con la mala suerte de que calculó erróneamente el pase y la pelota fue a estamparse en la cara de alguien.
Se acercó corriendo a la persona en cuestión, una muchacha al parecer extranjera de cuya nariz comenzaba a manar sangre. Pidió a sus amigos algún pañuelo y uno se lo lanzó, con el cual tapó el orificio para que dejase de sangrar, incorporándola para que la sangre no se atorase en la nariz. Los demás se fueron aproximando despacio y cuando creyó que se iban a quedar con él ayudándolo, los muy traidores se despidieron y le dejaron allí solo con una chica desmayada en brazos y sangrando.
Fantástico, ¿pedir algo de emoción en su vida le había llevado a aquella situación?
La chica se tomó su tiempo en despertarse, diciendo algo en un idioma extraño cuando lo hizo. La observó aliviado y le preguntó si estaba bien cuando reparó en él, a lo cual ella respondió con un ligero asentimiento de cabeza.
Esperó ver alguna reaccionar más de la chica, la cual tenía unos bonitos y grandes ojos. Siempre le habían gustado los rostros occidentales, tan distintos a los de ellos. Sobre todo los enormes y redondos ojos que solían tener, en vez de pequeños y afilados.
Ella hizo un movimiento de hombros que él interpretó como pregunta de qué había sucedido. Como se dio cuenta de que no iban a entenderse en lo más mínimo, decidió explicárselo con gestos de las manos y pareció ser que ella lo entendió bastante bien, aunque al final se levantó de golpe visiblemente molesta y se dejó caer de nuevo mientras se ponía pálida.
Se escuchó un fuerte rugido proveniente de la barriga de aquella pequeña chica. Sintiéndose culpable por el pelotazo, no pudo evitar pedirle con las manos que se quedase allí quieta y fue corriendo a por algo de comida. Por suerte allí cerca había un puesto y pidió que le pusieran un abundante platillo con fideos y se los llevó a ella, quien quiso pagarle pero a lo cual él se negó, hasta que finalmente sin ningún pudor ella logró meterle en el bolsillo del pantalón, diciéndole algo en ese idioma que no comprendía pero que creía que era español.
La observó comer con ansia, parecía que no hubiera probado bocado en siglos y cuando terminó le miró y se disculpó con un nuevo gesto por lo que él entendió, no ofrecerle nada. El muchacho sonrió en respuesta, ¡no tenía por qué preocuparse! Era una chica divertida.
Le volvió a hablar, y pudo entender al final que le preguntaba por sus amigos. Le explicó que se habían marchado y ella puso una mueca extraña que aumentó su sonrisa. De repente se puso en pie arrebatándole la pelota y cuando quiso darse cuenta, ambos estaban jugando a algo parecido al baloncesto aunque nada tenía que ver con lo que hacía con sus amigos. El juego de ella era tosco y lento, pero dulce y divertido. Dejó que le quitase la pelota diversas veces, además si sus amigos le parecían pequeños, ella lo era muchísimo más.
Cuando pasaron unos pocos minutos ella pareció perder ya el aliento y se dejó caer al suelo, intentando acompasar la respiración y de un interesante color morado. Volvió a hablarle en español, y lo único que sacó en claro fue “Laura”. Sabía que eso era un nombre. Lo confirmó cuando vio que le tendía la mano y se la estrechó, presentándose también.
Laura repitió su nombre y sonó como una niña diciendo la palabra más difícil del mundo. Después de intentar decirlo varias veces pareció hartarse y hablar para sí misma, llamándole repentinamente potato.

-Now, your name is Potato…-dijo ella visiblemente divertida y Wooyoung arqueó una ceja, sin acabar de entender el por qué de aquel mote.
¿Qué parecido tendría él con las patatas?

-You…you are…Thumbelina.

Dijo enfuruñado y porque realmente creía que ese mote le quedaba bien a Laura. Al ver que estaba confundida porque no sabía quién era Thumbelina le buscó una imagen de pulgarcita y como toda respuesta ella le pegó una colleja. Pareció arrepentida al instante, sin embargo a él le entró una risa irrefrenable.
Aunque Wooyoung había pensado irse en cuanto ella estuviera mejor pues había quedado en otro sitio una media hora más tarde, no pudo evitar sentirse atraído por ella, quedándose sentado en el suelo y escuchándola hablar en ese idioma que al final confirmaba por parte de ella como español.
No se entendían, ni ella sabía coreano ni él castellano, no obstante lograron mediante gestos del cuerpo comenzar una especie de conversación y dejaron los minutos pasar. Cuando quiso darse cuenta, se habían enfrascado en toda una charla sobre diversas cosas, dejando algunas inconclusas, riendo con otras y peleándose para poder explicar el uno al otro hasta la cosa más estúpida.
Cuando miró el reloj, dos horas habían pasado y se percató de que llegaba tan tarde que iban a matarlo solo con las miradas cuando llegase. No obstante, no quería separarse de aquella interesante chica y quería seguir conociéndola.
Laura era lo que había estado pidiendo durante tanto tiempo. Estaba seguro.
La persona que volvería los días algo interesante, lejos del hastío y la redundancia.
Se levantó pidiéndole en coreano a la chica que le siguiera, y sorprendida por aquella reacción pero sin oponer resistencia ella le imitó y comenzaron a correr, la una detrás del otro, quien le guiaba felizmente. Llegaron al lugar, donde tal y como esperaba le llegó una serie de gritos por su tardanza y se disculpó sonriendo felizmente.
Se volvió hacia Laura y le pidió que se esperase, colocándose en el centro de la gente y esperando que la música comenzase a sonar. Dejó que entrase por sus oídos y dejándose llevar por lo que le transmitía, comenzó a moverse, sin reparar ni pensar en aquellos que le observaban y simplemente disfrutando de lo que hacía. Si podía estar jugando durante horas sin darse cuenta de cómo pasaba el tiempo, cuando bailaba perdía el norte de incluso quién era.
La música se detuvo y él tuvo que hacerlo también, bastante a desgana. Pero por primera vez quiso escuchar la reacción de la gente, y sobre todo de una muy especial. Se volvió en busca de Laura y la encontró boquiabierta, intentando acertar en el aplauso y con los ojos anegados a lágrimas. Sorprendido con aquella reacción, dejó a su cuerpo actuar y se encaminó hacia ella esquivando a la gente que le felicitaba.
Él mismo se sorprendió de lo que hacía.
Abrió sus brazos y la estrujó entre ellos con fuerza, queriendo detener sus lágrimas. Sintió que ella se estremecía sorprendida pero que finalmente se relajaba y apoyaba la cabeza en su pecho.
Apretó un poquito más, con una pelota rebotando dentro de él y removiéndole entero.

Algo más tarde volvían a quedarse a solas y terminaron estando frente a un lago, que por alguna extraña razón Wooyoung creyó que Laura conocía. Fuera como fuese se acercaron a las aguas, calmadas y algo verdosas, aunque no sucias.
Aguas que siempre se mantenían así, inalterables, solo cuando llovía podían sentir la alteración de crecer y renovarse, pero solo en aquellas ocasiones. Por lo demás, siempre igual, como él mismo.
Laura era la lluvia que había estado esperando para que removiera sus aguas y le hiciera sentir que la sangre fluía en su interior y que estaba vivo.
Repentinamente (como todo lo que ella hacía) se puso a gritarle al lago con las manos alrededor de la boca. Le sonrió divertido por aquello y decidió que sería agradable imitarla en lo que supuso que sería una especie de liberación:

-¡¡Estaba cansado y aburrido!! ¡Pero hoy al fin estoy teniendo un buen día! ¡¡Sea quien sea quien me la haya enviado, gracias por dejarme conocerla!! ¡Ahora puedo decir que no todos los días son exactamente igual!

Ambos se dedicaron a gritarle a la nada, cada uno en su idioma y sin entenderse, pero disfrutando el uno de la compañía del otro. Quién le iba a decir a Wooyoung aquella mañana que una simple pelota y un desgraciado golpe convertirían aquel día en uno tan excitante.

Potato…I’m happy.-Laura se lo había dicho a él, sin gritar y sonriendo ampliamente. Estaba realmente hermosa sonriendo de aquella forma.

-I’m happy too.

Su cuerpo volvió a actuar por sí mismo, y cuando quiso darse cuenta rozó con los suyos propios los labios de la muchacha, quien se quedó confusa ante aquella reacción.
Era normal que se hubiera sorprendido, ¡él mismo lo había hecho! Pero sintió la necesidad y en realidad, estaba seguro de que a ella no le había molestado y que incluso había sido agradable. No obstante, seguía sin ser capaz de reaccionar y aquello le preocupó.

- Thumbelina?

Ella comenzó a desvariar en español de nuevo. Era algo que al parecer le gustaba mucho hacer, y él solo se quedó mirándola esperando una reacción que le dijera cómo actuar, si debía disculparse a pesar de saber que ambos se sentían atraídos el uno por el otro. Simplemente había sido un roce, pero quizá ella tenía pareja, o bueno…en realidad eran unos simples desconocidos, ¿con qué derecho podía él jugar de aquella manera?
La vio acercarse y señalarle con el dedo que se inclinara. Él así lo hizo y cuando tuvieron los rostros prácticamente a la misma altura, ella pegó el suyo contra el de Wooyoung.
¿Había pensado que quizá estaba enfadada?
¿Había pensado que quizá le rechazaría o le golpearía?
Nada más lejos de la realidad. De repente los labios de ella habían capturado ferozmente los suyos con el deseo de no dejarlos escapar, y el muchacho respondió con el mismo deseo o quizá incluso uno mayor.
Se separaron lo suficiente para poder observarse. Encandilados el uno con el otro, un atronar ruido que en realidad era un simple pitido rompió el silencio.
Laura se sacó un busca del bolsillo.

Wooyoung acompañó a la chica hasta el aeropuerto, y allí le explicaron que le habían perdido las maletas donde guardaba toda la documentación pero que al fin las pudieron encontrar. Se disculparon reiteradas veces y ella les devolvió el busca, explicándoles que se había mojado pero que milagrosamente todavía funcionaba. Como era obvio, dijeron que no había problema y que además todo había sido culpa de ellos.
Supo que igual que se acercaba el final del día, lo hacía la hora de tener que despedirse de ella. No quería hacerlo, le gustaba estar a su lado, reírse aunque no se entendieran. Pero no podía pedirle que no se fuera a su hotel a descansar y se olvidara de él, porque al fin y al cabo los dos tenían una vida con la cual seguir y en realidad, Wooyoung no era nadie para ella. Solo un chico pasajero.
Mientras que ella era lluvia cayendo en su tranquilo lago.
La chica cogió un taxi y él le dijo al conductor donde debía llevarla, incapaz de acompañarla porque sabía que entonces sería incapaz de dejarla ir.
Wooyoung volvió a su casa, metiéndose directamente en su cuarto sin ganas de cenar e incapaz de dormirse a pesar de que se había tirado en la cama con las luces apagadas.
No estaba bien. Rendirse de aquella manera cuando al fin algo le daba sentido a los días de su vida no estaba bien.

Fue por eso que al día siguiente, temprano en la mañana, decidió levantarse y dirigirse al hotel de la chica. No importaba cuánto tiempo tuviera que esperar, iba a hacerlo.
Cuando la vio salir del edificio se dio cuenta de que había valido la pena.
Se observaron fijamente y se sonrieron mutuamente. Ninguno de los dos sabía dónde les iba a llevar aquello, pero al menos tenían derecho a disfrutar de la mutua compañía y el tiempo ya pondría a cada uno en su lugar.


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FIN
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3 comentarios:

  1. jdhawgehwgtkugqlkg
    me gustaron bastante casi casi como el mole de mi puebloooo

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  2. omg omg omgomo mgomgomgomgomgomgogmogm lindooooooooo


    Tina

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  3. Que bonito, el último me gusto el final x3.

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