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jueves, 25 de agosto de 2011

El viaje de nuestra vida 03

Título: El viaje de nuestra vida
Autora: Mimi
Grupo: DBSK (5 miembros)
Género: Esto... su mejor definición es crazy!! xDD
Couple/s: Ummm.... ¿se puede poner orgía? Jajajaa Es broma... No en serio... No la pongo porque no se como acabara la cosa xDD
Rating: +15
Observaciones: Puede haber "colaboración" de otros artistas, con permanecía indefinida. Se puede dar yaoi y lemon.


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Las seis de la mañana.
Mientras que nuestras chicas se despiertan en su habitación de hotel, en un apartamento de la planta once de un rascacielos del centro de Seoul cinco despertadores sonaron a la vez en perfecta sincronía, durante exactamente dos minutos.
Se hizo silencio.
Pero duro exactamente cinco segundos.
En cuanto ese tiempo paso, una música que parecía  ser clásica empezó a sonar por el potente equipo de de audio de la casa.

Las puertas se empezaron a abrí una a una lentamente, y por el largo pasillo aparecieron cuatro de los cinco componentes de DBSK.

Kim JaeJoong, fue el primero. Pelo medio claro, cuerpo bien formado y tez blanca, solo vestía unos bóxer de Calvin Klein a juego con sus ojos negros. La “mama” del grupo se había ganado el sobre- nombre por ser el mayor y cuidar de los otros cuatro cual madre de sus hijos. Se arrastro asta la cocina por pura inercia, casi dormido, poniendo a funcionar la cafetera.
El café era algo imprescindible en esa casa. Todos y cada uno de sus habitantes necesitaban de una taza bien cargada para activar su celebro por la mañana y poder ser ellos mismos o sus personajes, según dependieran, y el mismísimo Jae lo sabia por propia experiencia.

El siguiente en aparecer fue el líder de la banda. Su cabello en un castaño claro estaban algo alborotados, y sus músculos de gimnasio se veían a las mil maravillas porque solo llevaba unos pantalones cortos sueltos.
Tras mucho pensarlo desde que fueron uno de otra vez, habían decidido que el puesto fuera ocupado por el de nuevo, porque ¿Para que cambiar lo que funciona? Eso era algo que traían bien aprendido. Como un buen encargado de mantener el engranaje; Jung Yunho se levanto mirado su agenda electrónica, que a veces parecía estar pegada a su mano con super glou, y empezó a escribir en la pinzara de plástico blanco que había colgada en la puerta de la nevera el horario del día.
Poner allí ese trozo de información no era por casualidad, si no algo completamente astuto, que se le ocurrió cierta mañana de pensamiento espeso cuando mirándola finamente y pensando que su hambre se lo iba a devorar pero que estaba demasiado cansado para levantarse a buscar algo de comer, reparo que la nevera resultaba ser el punto estratégico perfecto, puesto que los cinco chicos pasaban por el refrigerados a buscar algo que llenara su estomago a primera hora de sus casi mañanas que mas bien eran amaneceres.

Y no se confundía.
No le dio tiempo de llegar del aparato a la mesa para sentarse cuando Shim ChangMin apareció. Arrastrando los pies por la puerta de la cocina cual zombie muerto de hambre; ocupo su puesto frente al electrodoméstico. Alto, delgado pero musculado, se había dejado crecer otra vez el cabello, que llevaba de su negro natural, para recordar a los viejos tiempo, según había dicho el mismo, sus ojos aun medio cerrados no dejaban ver lo bellos que eran realmente.
El miembro mas pequeño en edad, examino bizqueando el trozo de platico buscando su nombre, al no encontrarlo; a causa del sueño se aseguro a si mismo en su foro interno; se dio por vencido, pensado que ya se enteraría mas tarde, y abrió la puerta buscando dentro. Sus actitudes culinarias no habían mejorado desde que dejo de ser alumno de su hiung así que saco un par de donut de chocolate.
Se sentó en su puesto frente al líder, comiendo con la cabeza apoyada en su mano y los ojos cerrados.

Se oyeron mas pasos por el largo pasillo y todos levantaron la vista para ver; cual espectadores de un dorama, a Kim Junsu aparecer por la puerta bostezado, asta con ese gesto común y la cara
hinchada de dormir estaba hermoso.
Se le quedaron mirando con un poco de.. ¿Podía ser pena? Pero antes de que el reparara en ese sentimiento todos apartaron la vista y volvieron a ponerla en lo que estaban comiendo.
Su pelo pelirrojo fuego lucia desordenado dándole un aspecto de malote que volvía loca a sus fans, su cuerpo musculado no perdía sus formas de deportista y su culo era tan irresistible como siempre. Se rasco la cabeza y estiro su brazo hacia arriba haciendo que su torso desnudo se contorsionase en un movimiento perfecto, dejado ver su abdominales bien marcados, y fue a sentarse a su silla. Recostó su cabeza sobre sus manos dobladas sobre la mesa, tragando algo de saliva; no sabia bien esta noche algo le había puesto nervioso y no había descansado lo que se podría decir bien, y cerrando sus ojos, por casi no se queda dormido asta que una mano le dio un toque en su hombro. Salto como un muelle, poniéndose completamente recto y abriendo mucho los ojos.
Paso su mirada por la cocina varias veces. Contó.
Uno, dos, tres, cuatro con sigo mismo.
Se quedo un rato paralizado sin saber muy bien que hacer.
Decidió volver a contar, estaba recién despierto y no había tomado café. Sus neuronas podrían haberle jugado una mala pasada y no haber registrado bien la información que su nervio óptico les ofrecía.
Uno Jae. Dos Min. Tres Yun. Cuatro el. No había mas margen de error.

-Otra vez no...
-Si... -El mayor contesto mirándolo directamente apoyado en la encimera. En sus manos rebosaba una taza de café gigantesca bien caliente y bien cargado- Y como ayer le toco a Yunho y por cuestión de edad hoy... te toca a ti- se llevo a la boca su preciado liquido negro.

El pelirrojo resoplo e inflo los mofletes mirado medio enfadado. Ninguno de sus otros dos
“hermanos” como a el le gustaba llamarlos levanto su vista de su desayunos.

-Esta bien.... lo traeré asta aquí... -Sin quererlo, sonó como si realmente citara a la típica película cuyo protagonista tenia que cumplir una misión ultra-secreta y mega-importante

Sin mas remedio se levanto y se giro sobre si mismo deshaciendo sus pasos, saliendo del habitáculo y por el pasillo asta la habitación del la derecha del fondo, la única que aun tenia la puerta cerrada. Llamo un par de veces pero nadie contesto, así que sin mas dilación abrió la puerta entrado en la habitación.

Y allí estaba,. Park YooChu.
El ultimo integrante de la banda dormía en su cama boca abajo y completamente estirado. Solo el bóxer tapaba la zona X de su cuerpo. En su espalda se notaba que su cuerpo estaba trabajado por duras horas de ejercicio diario.
Descansaba destapado, con el nórdico tirado a un lado y la calefacción a una temperatura alta.

Susu, como lo llamaban en la casa sonrió al verlo y avanzo asta la ventana subiendo la persiana y dejando que la luz del amanecer entrase por el cristal.
Yoo refunfuño un par de veces, se puso de lado y volvió a dormir.

El otro no se dio por vencido, fue asta la cama y se acostó a su lado boca arriba, dejando un brazo y una pierna atrapado bajo su peso.
-Hyung.... arriba.... hay que ir a trabajar... -No sabia si lo decía para que Yoo se levantara o para autoconvencerse y no volver a dormir hay mismo.
Fuera lo que fueses, no funciono muy bien, un sueño ligero lo abordo de golpe.

Por su parte, Yoo no contesto, ni si quiera se entero de lo que le habían dicho, solo volvió la cabeza hacia el escondiéndola debajo de la almohada, pero un peso que no se dejaba mover la mitad de su cuerpo lo molesto en sobremanera para medio despertarlo.
Abrió un poco los ojos desde su escondite y vio la hermosa figura de Su media dormida a su lado y se le antojo una divertida forma de despertar.
Con dificultad, saco sus miembros aprisionados de debajo de su compañero y se puso de lado acercándose a el, abrazándolo por la cintura.

El mas pequeño solo emitió algunos sonidos de queja por le moviente, pero siguió en su estado de medio inconsciencia y medio consciencia.

El mayor se acerco mas aun y deposito un suave beso en su cuello.
No obtuvo la reacción que quería. El menor subió la mano de sopetón, dándole en la cara un golpe murmurando algo de los mosquitos.
-¡Aut! Junsu.... - se froto la cara donde había recibido el manotazo, pero no ceso en su empeño. Se acomodo un poco mas y se levanto apoyando sus antebrazo a ambos lados de su compañero
improvisado.
Acerco sus labios a los del contrario, que lucían rosados y húmedos, ligeramente entreabiertos, a su entender estaban gritando “besamos” así que no demoro su demanda.
En un rápido moviendo junto ambas bocas, moviendo la suya muy ligero haciendo que la otra la respondiera por costumbre.

Pero ese no era el día de YooChun.

Cual tocado por hielo, Junsu se sentó en la cama con los ojos abierto como platos.
En su ascenso le profirió tal golpe al mayor que callo hacia atrás tapándose la boca y la nariz soltando un grito ahogado que altero a sus otros compañeros que corrieron asta la habitación.

Cuando entraron, a Yoo le caía un poco de sangre por la mano, consecuencia de una hemorragia nasal creada por el cabezazo del pelirrojo y el que dio el golpe miraba un poco desorientado sin entender bien que había pasado.

-¿Que a pasado aquí? -Yunho se abrió paso asta dentro de la habitación, sentándose frente a Yoo y quitándole la mano para ver el alcance de la herida.

Le levanto la cabeza, tapándole la nariz con un poco de de papel de clinex que se encontraba encima de la mesilla de noche del otro, asegurando que no tenia nada mas.

-Lo fui a besar y el muy... se levanto de golpe dándome un cabezazo...- la voz salio completamente nasal, con le típico tono irritante de nariz tapada.

Su lo miro parpadeando barias veces.

-Es que no entiendo vuestra manía de besarme cuando duermo... sabéis que soy medio sonámbulo...
Los otros tres se miraron entre si y empezaron a reír sin poder contenerse, su amigo tenia completa razón, cosas así pasaban cuando intentabas hacer algo a Junsu mientras dormía, pero el ratoncito de la casa nunca aprendería la lección.

-Bueno... -Yunho empezó a hablar sin apartar la vista de la nariz de su amigo- Esto ya esta... ahora todos a darse prisa en desayunar y vestirse... Hoy llegan las dos cassios que ganaron el concurso, así que sean como sean habrá que aguantarlas y dar lo mejor de nosotros... El manager a tenido una – Hizo un gesto de comillas con las manos- “Brillante” idea... -Reparo en la mirada e Jae y le sonrió coquetamente, gesto que el otro noto y se sonrojo un poco antes de hablar.

-¿Que idea?- Pregunto con un tono de miedo, temiéndose lo peor, el otro solo suspiro poniéndose de pie
-Esperad aquí...-Desapareció unos minutos, entrado en su cuarto puerta de enfrente y volvió a aparecer con cinco cagas idénticas que repartió rápidamente.

Al abrirlas sacaron cinco mini.cámaras de video ultima tecnología, se les quedaron mirando mientras la rotaban en sus manos.

-Bien, el día que grabaremos la semana con las fans nosotros mismo, a ellas también tendrán unas, de lo que grabemos los siete saldrá el próximo DVD de la banda. -encendió su propia cámara probandola y grabo a uno por uno, los cuales sonrieron a cámara y saludaron- Hay que empezar en cuanto nos arreglemos -apago la cámara
-Bueno... la menos espero que sean buenas cassios y no agobien, me voy a bañar – Min abandono la habitación el primero y todos los demás lo siguieron.

Tras bañarse y arreglarse, desayunaron. Ya las risas y las tonterías resonaban en la casa, tener una cámara delante les alegraba la vida, así que no digamos que era tener cinco.

Se tomaron su tiempo, asta que la final bajaron al aparcamiento donde ya les esperaba la furgoneta que los llevaría a su trabajo, sin mas dilación se montaron con su característica simpatía.


1 comentario:

  1. Por favor, sed buenos con mi bebe, esta escrito con mucho mimo y cuesta un poco concentrarse cuando tienes una gran imaginación como la mía. Así que solo pido que lo respeten y si tenéis que criticar, se acepta, pero es mejor si se hace e modo objetivo.
    Me esforzare mucho, mucho gracias por leer.
    La autora, Mimi ^^

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