Nappeum Namja Capítulo 07

Título: Nappeun Namja
Autora: Jeannelok
Grupo: Mblaq
Género: ¿Thriller? XD
Rating: +16 (por si acaso se me va la pinza)
Comentarios: En este fic Mblaq no es un grupo famoso. Es una banda que toca en locales y tal, así que obviamente los chicos NO son ídolos.

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Joon agarró la mochila y se despidió de un dormido Thunder. Seungho seguía recuperándose en casa de sus padres, pero le llamaban cada día para saber cómo se encontraba.
El día era perfecto para ir a pasarlo a la playa. Cuando salió, Min Young ya estaba apoyada en la barandilla esperándolo con un bonito sombrero color paja y un vestido blanco. Al verla Joon la saludó con un beso. Ninguno le había dicho al otro que le quería, no obstante eran ya una pareja en toda regla.
Se cogieron de la mano, encaminándose hacia la estación de tren. Charlaron agradablemente durante todo el trayecto y antes de darse cuenta ya estaban disfrutando de una agradable vista.
Aunque no estaban en verano, todavía los días eran calurosos como aquel. Sin embargo su plan no era bañarse, simplemente se quedaron en la arena, jugando. Construyeron pequeños castillos, se ensuciaron y el chico la agarró en volandas, llevándola hasta el agua y amenazando con mojarla. El agua lamió sus pies, refrescándolos.
El día era simplemente perfecto.
Fueron a comer a un restaurante cercano, cuyo marisco era mucho mejor del que podían probar en la capital.

-¿Una foto?-preguntó un hombre apareciendo de la nada, cargado con una cámara- Vamos a hacer un especial de parejas en nuestra revista.-les tendió una tarjeta amablemente.
Joon se colocó al lado de Min Young, pues estaban el uno frente al otro, y la rodeó con un brazo, sonriendo ambos ampliamente.
Cuando salieron del restaurante el buen día pareció nublarse un poco, no obstante no les importó pues sus planes eran ir a pasear por entre escaparates. De todos modos, Joon se sacó la camisa que llevaba quedándose con una camiseta blanca sin mangas, y cubrió a la muchacha.

-Estoy bien…-intentó decir ella.

-Pero refrescará más.

-…Gracias-la chica se encogió dentro de la camisa. Seguramente era la primera vez que Joon veía sus mejillas adquirir un tono rojizo-. Huele a ti.

-¿Eso es bueno?-Min Young no respondió, simplemente se quedó mirándolo fijamente.

Mientras iban caminando, disfrutando y mirando el mar en el cual habían jugado a lo lejos, la chica se golpeó en el hombro con el brazo de un hombre. Solo les hizo falta volverse al querer disculparse para saber que las cosas no iban a ser tan sencillas.

-¡Oh, una linda pareja restregando su amor a los demás! ¿Habéis visto, chicos? Y encima tiene la indecencia de golpearme.

-Eso no es…-comenzó a decir Joon, apartando a la chica de aquellos tipos.

-¿Has dicho algo?

-Solo le he tocado y ha sido sin querer.-se defendió ella saliendo de detrás de él y plantándoles cara.

-¿La niña ha dicho algo?-riendo el hombre le agarró un mechón de pelo, rozándole la mejilla. Ella le apartó la mano de un golpe seco.

-No me toque.

-Pero mirad qué gatita más valiente.-mientras hablaba se volteó hacia sus amigos, pero antes de que Joon o ella pudieran preverlo se volvió y la abofeteó con fuerza, lanzándola al suelo.

-Maldito…-comenzó a decir ella, acariciándose la mejilla y sin levantarse del suelo. En una fracción de segundo el hombre yacía de cara contra el suelo y Joon le estaba golpeando el costado. Los dos amigos al verle le agarraron de los brazos y le apartaron, golpeándole sin piedad.

Min Youg buscó con desesperación ayuda alrededor, mas la gente que pasaba hacían ver que no estaba sucediendo nada.
Joon cayó de rodillas, con el labio partido. Al ver que nadie iba a ayudarles la chica se abalanzó contra el que la había golpeado y que se estaba preparando para vengarse de Joon, alzando el puño. Lo agarró por la espalda, desequilibrándolo y resbalando ambos de nuevo por el suelo. De repente alguien les arrojó agua, lo cual distrajo a los hombres quienes se pusieron a buscar al culpable. Ella se levantó veloz y cuando fue a ayudar a Joon se dio cuenta de que aprovechando la distracción un hombre ya le agarraba y le decía a ella que le siguiera.

-Habéis tenido suerte-les dijo cuando desde un callejón donde se habían escondido vieron a los tres tipos a lo lejos, buscándolos-, al menos eran unos mierdas de poca monta, y mi mujer y yo andábamos cerca. En este lugar hasta a esos tipejos se les tiene algo de temor… por eso nadie iba a ayudaros.

-Gra…gracias…-musitó Min Young, acariciando el rostro de Joon y mordiéndose el labio inferior al ver las magulladuras en su rostro.

-No las deis, por suerte vivimos justo en la ventana de arriba, ha sido mi mujer quien os ha empapado. Lo mejor será que os cambiéis pronto de ropa.

-Tenemos… tenemos una habitación en un hostal, ¿podría guiarnos?

El hombre amigablemente les acompañó hasta el lugar y se despidió de ellos, rechazando cualquier tipo de compensación por todo.
El lugar no era el más lujoso, sin embargo la habitación era espaciosa, algo rústica pero con un buen cuarto de baño. Joon obligo a Min Young a ducharse primero, empujándola dentro prácticamente.
Poco después él entraba en silencio para hacer lo propio. Se observó en el espejo, a parte del labio partido, un morado no demasiado espantoso debajo de un ojo y una pequeña brecha en la frente, no había signos muy graves. Sin embargo, cuando se sacó dolorosamente la camiseta no encontró parte del cuerpo en la cual no hubieran dejado alguna marca. El desconocido ya les había dicho que lo mejor sería ir a visitar al médico, y Min Young insistió también, pero él no creía tener derecho a ello.
Se había prometido proteger a la chica, y en vez de eso había dejado que la golpeasen delante de sus propias narices. Se odiaba. Se pasaba toda la vida odiándose, porque en realidad nunca había podido proteger a nadie. Desde que era un niño solo había sabido provocar dolor y sufrimiento, por su culpa…los demás tenían que pagar sus errores… ¿por qué, por qué?
Se metió en el agua fría, recibiendo todo el dolor que le provocaba y deseando que se multiplicara si con eso todo aquello terminaba. Había decidido disfrutar del día con la chica y olvidar todo aquello, el accidente de Seungho, la muerte de Soo Ra, solo relajarse un poco…y sin embargo, unos desconocidos conseguían que todo volviera a su mente.
Se había dado cuenta de que desde el momento en que apretó el gatillo años atrás…había marcado su destino.
De repente, unos insistentes y ansiosos golpes en la puerta atrajeron su atención. Min Young le llamaba angustiada.

-¡¡Joon, Joon!! ¿Estás bien, Joon?

-…Sí…-musitó él.

-¿¡Seguro!? ¡Voy a entrar!

-¡Estoy desnudo!

-¡Y yo preocupada!

-…No tienes por qué preocuparte.

-… ¿Cómo puedes decirme eso? ¿Cómo no voy a preocuparme, después de ver cómo te golpeaban salvajemente? Ni siquiera te has quejado, comportándote como un muñeco sin vida, y ahora llevas una hora metido en el baño- ¿una hora? ¿de verdad llevaba tanto ahí dentro?- ¡Y por más que te llamaba, no respondías!

-Yo…-cerró el grifo y salió de la ducha, tapándose con una toalla atada a la cintura. Abrió la puerta y se encontró con una muchacha de ojos rojos por aguantarse las lágrimas- Lo siento…-tímidamente, levantó el brazo y rozó con la yema de los dedos el morado que se estaba formando en su mejilla- ¿Cómo ha podido hacerle esto al rostro de una chica?

-Chica o chico, da igual…eran unos…desalmados…Oh, Joon…-de repente se tapó la boca y abrió desmesuradamente los ojos, sin poder detener ya el agua en sus ojos que luchó contra su fuerza de voluntad y venció- Joon…-esta vez fue ella quien alargó la mano y acarició uno de los morados, de fuerte color oscuro, en el pecho del chico. Sus dedos volaron de uno al otro, contándolos, repasándolos, llorándolos- Lo siento, por mi culpa…

-Tú no has tenido la culpa de nada, pero yo debería…

-Tú no deberías nada…

Las palabras se enredaban, el uno quería decir exactamente lo que el otro. No había nada que decir en voz alta, Joon se dio cuenta de que nuevamente ella leía su mente, por eso terminó rodeándola en un amoroso abrazo, besándole la cabeza. Ella acarició su húmeda y desnuda espalda, llorando desconsolada sobre su pecho.
No supieron cómo sucedió, pero de repente pasaron de aquel tierno ambiente, a estar besándose con necesidad. Sus bocas se buscaban y absorbían, descendían por el cuello del uno o la otra.
Joon arrastró a la chica hacia atrás, obligándola a estirarse finalmente sobre la cama. Se acababa de dar cuenta de que la bata de hotel, mojada por el cabello de ella y por su propio cuerpo, no solo estaba descolocada sino que dejaba ver más de lo necesario, incitándole a la locura del placer.
Se colocó sobre ella.

-¿Pero tienes protección?-preguntó de repente la chica, cuando él se estaba acomodando para besarla de nuevo.

-…-¿debía responder a eso?- En la mochila, sí…no es que ya hubiera pensado que…es solo…

-¡No des excusas, y ve a por ellos!
Finalmente, iba a tomarla. Aunque se había maldecido por no poder protegerla, se había odiado…las lágrimas de ellas le habían empujado a no arrepentirse más. Necesitaba tenerla cerca, no podían alejarle de ella.
No, nunca. Jamás.
Le desabrochó la bata, y ella le quitó la toalla. Menos por la ropa interior de ella, estaban totalmente desnudos. Le dolía todo el cuerpo, sentía cómo le clavaban agujas por cada rincón, pero en aquellos momentos poco le importaba eso.
La pasión les arrastró al fin a conocerse mejor el uno al otro.

A la mañana siguiente le despertó el sonido del teléfono. Dio media vuelta todavía dormido, encontrándose con el cuerpo desnudo y dormido de Min Young y abrazándola con fuerza, sintiendo que sus instintos se despertaban incluso antes que él. El móvil siguió sonando insistente así que tanteó en la mesilla hasta sujetarlo entre sus manos.
Era Thunder.

-¿Pero qué querrá a estas horas? Oh, perdona…-le dijo a la chica, al notar que la había despertado.

-No pasa nada, responde…-en realidad había estado a punto de no hacerlo, pero de repente se dio cuenta de que podía haberle sucedido algo a su amigo y respondió enseguida.
La voz de Thunder sonó ansiosa al otro lado del teléfono, y Joon se dio cuenta de que ya había vivido algo semejante unos días atrás. Quiso pedirle que se callase, no tenía ganas de saber nada, solo quería quedarse en blanco…


-¡Es Mir! ¡Anoche le hospitalizaron!

-Qué… ¿qué quieres decir con eso?

-Ayer por la mañana un repartidor le trajo un paquete…dicen sus padres que no tenía remitente, pero que él supuso que sería de alguna fan de la banda. Lo abrió y dentro había unas chucherías…por la noche comió y al parecer tenían algún tipo de veneno…

-¿¡Veneno!?

-Sí, han intentado envenenar a Mir… ¿por qué, por qué habrán hecho eso? Si Mir nunca ha hecho daño a nadie…

-Thunder, ¿qué tipo de chucherías eran?

-No sé…dicen…que tenían forma de estrella o algo así…
Joon recordó las pegatinas que habían colocado en la pistola de agua que Min Young había recibido.

-…Estrellas de colores…

-¡Exacto!

Un retazo de un recuerdo vino a su mente. Young Seung les daba un pequeño potecito a sus noonas y a él. No se podía ver su interior, pero al abrirlo y echarlo sobre la mano estrellas de colores cayeron. Young Seung les dijo que había cazado estrellas para ellos, porque eran sus mejores amigos y quería que sus caminos estuvieran siempre iluminados.
El fantasma continuaba vengándose, y Joon se dio cuenta de que no pararía hasta que él mismo no detuviera sus pasos.

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