Título: Nappeun Namja
Autora: Jeannelok
Grupo: Mblaq
Género: ¿Thriller? XD
Rating: +16 (por si acaso se me va la pinza)
Comentarios: En este fic Mblaq no es un grupo famoso. Es una banda que toca en locales y tal, así que obviamente los chicos NO son ídolos.
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Mil ideas cruzaron su mente mientras se dirigía al parque, preguntándose qué habría pasado para que entre todos los lugares, Min Young le hubiera citado allí.
¿Estaría la persona que quería vengarse de él amenazando al a chica para atraerlo? Era la única explicación que podía encontrar.
Finalmente aparcó la moto, y se bajó de un salto. Pudo ver una figura sentada en un columpio, de espaldas y enseguida la reconoció. Se acercó hasta ella, llamándola.
-Has venido-musitó la chica, volviéndose poco a poco. Tenía la mirada ligeramente perdida y enrojecida, las mejillas pálidas y húmedas-. Supongo que debería darte las gracias…
-¿Qué ha sucedido, Min Young? ¿Estás bien?-aunque quería abalanzarse sobre ella, abrazándola con fuerza, reteniéndola en sus brazos y alejándola del dolor que evidentemente la estaba acudiendo, algo le detuvo. No podía describirlo, sin embargo una fuerza invisible lo mantuvo a unos metros de ella.
Quizá fuera el dolor que transmitían sus ojos, quizá la rabia e ira que podía adivinar en ellos.
-Ella parecía estar mejor… sonreía mucho, me recordaba y hasta podía contarme lo que había hecho durante el día. Pero entonces llegaste tú… la viste y volvió a alterarse. Por tu culpa ella ha conseguido su propósito después de tanto tiempo.
-No… no estoy entendiendo nada, Min Young…
-¿Recuerdas que tengo pánico a la atracción de los espejos?-su voz sonó ligeramente socarrona, eso le sorprendió- Es porque cuando era niña, ella me abandonó en una para ir a suicidarse.
Un recuerdo golpeó la mente de Joon. Suk Eun, después del accidente, se mostró mucho tiempo deprimida pero de repente un día pareció reestablecerse, y propuso llevarse a su hermana pequeña al parque de atracciones que acababan de abrir. Nadie sospechó nada, demasiado contentos por la aparente vitalidad que embargaba a chica… pero lo que hizo fue dejar sola a su hermana en el parque, y marcharse para terminar con su vida lanzándose entre unos coches. Estuvo a punto de conseguirlo, no obstante sobrevivió, perdiendo del todo la poca cordura que le quedaba.
Joon nunca vio ni conoció a la niña…
-Noona… Suk Eun… ella es tu hermana.
-Es, no. Era. Te lo he dicho, ella… al final ha conseguido marcharse.-como si hubiera recibido un mazazo en las piernas, estuvo a puntote perder el equilibrio. No podía creerse lo que sus oídos estaban escuchando, y de repente el puzzle comenzaba a recomponerse y todo cobrara sentido.
¿Por qué no lo había visto antes? Estaba claro… la chica había aparecido justo cuando lo hicieron los paquetes y comenzaron los accidentes. Sin embargo, como un idiota él se había enamorado, dejándose manejar por esa chica como un maniquí…
-Por tu culpa-siguió hablando-, ella sufrió tanto… que terminó en ese estado. Y supe que debía castigarte. El plan inicial era mucho más largo… y hasta iba a auto infligirme daño para que sufrieras más… ¡pero tuviste que ir a verla! ¡Tuviste que…!
-¡Pero Min Y…!-fue a acercarse a ella, sin embargo la chica retrocedió con un grito.
-¡No te acerques a mí! ¡No me toques!-sollozó. A pesar de haber descubierto la verdad, aún quería soportar el dolor con ella. Porque era su culpa, él se lo merecía y lo sabía, llevaba tiempo haciéndose a la idea de que merecía ser castigado… además, era Min Young. La necesitaba. A pesar de todo, la necesitaba…
-No quise hacerlo. Era un niño, y yo creía que la pistola estaba descargada. Ellos me animaron a hacerlo, era un simple juego, un juego que se nos escapó de las manos…
-No podrás engañarme. Querías matarle, porque él siempre fue el mejor. Le tenías celos, Young Seung era inteligente, divertido, guapo… por eso le mataste. Tú lo sabías.-el arma pesaba un poco… pero era normal, ¿no? Y noona le decía que sería divertido… que nada sucedería…-Y esa zorra-casi pareció haber leído sus pensamientos-, esa zorra lo sabía, te ayudó. Por eso también tenía que sufrir… ¡Qué fácil es engañar a los hombres!-le dio la espalda, riéndose. Poco a poco estaba oscureciendo, y la luna alzándose dibujaba la sombra de la chica en el suelo. El aire mecía los árboles y la hierba, como aquel fatídico día- Cuatro palabras bonitas, una promesa de dinero y… ¡ya está! ¿Ella creyó que ese hombre estaba enamorado? Una persona como ella no se merecía el amor…
-¿De verdad… de verdad le enviaste la pistola?
-Quería jugar-volvió a voltearse hacia él, encogiéndose de hombros-. De es dices que trata, ¿no? Quise jugar. Y ella fue débil, y perdió.
-Tan… retorcida…
-¿Retorcida, yo?-escuchó un nuevo sollozo, y la chica se acercó hasta él- ¿Me llamas retorcida a mí? ¿Por qué, por estar al lado de mi hermana, atemorizada de que llegase el día que lograse suicidarse? ¿Retorcida por llorar amargamente cada noche al lado de su cama, mientras permanecía sedada? ¿Retorcida, por quedarme aquí con ella mientras mis padres se iban al extranjero a comenzar una nueva vida? ¿Retorcida por qué, Joon? ¿Por qué? ¿Por ser capaz de trazar durante estos años un plan tan perfecto? Toda mi vida se tambaleó por ese maldito jueguecito… ¿ y yo soy la retorcida? No me hagas reír, no me hagas…-sin poder resistirlo más, y teniéndola ya tan cerca, el chico la agarró de las muñecas.
-¿De verdad me has mentido todo este tiempo?
-No he mentido, solo obvié la realidad.
-¿De verdad no sientes nada por mí? ¿De verdad todo formaba parte del plan? ¿Has sido capaz de darme tus labios y tu cuerpo sólo… para conseguir tus propósitos?-un temblor la sacudió. Nuevas lágrimas rodaron por sus mejillas.
-Cuando te pegaron… realmente les odié. No quise que te hicieran daño. Y me odié más a mí…-se ahogó ligeramente. Joon soltó una de las muñecas y alzó el brazo, limpiando con la yema del dedo gordo los ojos de la chica- Por enamorarme de ti de verdad. No, Joon, el sentimiento no era falso. Quizá el primer beso lo fuera, pero yo… maldita sea, he terminado… sintiendo esto por ti-se zafó de él, dando un traspié hacia atrás-. Pero aunque te ame… te odio.
-¿Y ahora qué, Min Young? ¿Cómo terminaba tu plan?
-¿No puedes imaginarlo?-dijo de repente una voz detrás de él.
Algo frío acarició su piel hasta llegar a sus entrañas. Al instante, un líquido caliente contrastó con la primera sensación y sintió que perdía el aliento durante unos segundos. Cayó de rodillas al suelo y al instante, sudando copiosamente, estuvo tendido en él. Unos pies pasaron por su lado hasta llegar a Min Young. De espaldas, el recién llegado le secaba también las lágrimas a la chica, dejando caer a su lado un puñal bañado de un líquido que en la oscuridad de la noche se adivinaba carmesí.
-Ya he llegado, primita… siento haber tardado, ¿por qué no me avisaste antes de que lo harías hoy? Deberías estar en el velatorio de noona…
-Pero yo…-la escuchó tragar, para que dejasen de caer lágrimas y mocos.
-Está bien. Será mejor que terminemos con esto cuando antes.-se volvió hacia él.
La sangre se quedó congelada en su interior.
Claro, era obvio… sólo quedaba él.
-Hyung, ¿estás contento de verme?-Thunder se puso de cuclillas frente a él y le sonrió dulcemente, como si nada estuviera sucediendo. Joon hizo acopio de fuerzas e intentó enderezarse.
-Thunder, tú…
-No soy universitaria. Ni conozco realmente a las chicas que estaban con nosotros aquel día-habló Min Young desde detrás del chico-. Pero necesitaba entrar en tu vida de alguna manera, y él me ayudó… ¿no te has preguntado con quién me quedé cuando mis padres se marcharon?
-Nosotros la acogimos. ¿Sabes? Mi padre tiene dinero e influencias. Accedió a cambiarle el nombre. Accedió encantado a comprar para ella el piso al lado del nuestro... – lo agarró del cabello, obligándole a alzar la cabeza- ¿De verdad nunca sospechaste nada? Estúpido… eres realmente…-le soltó, visiblemente enfurecido- Por tu culpa ella enloqueció. Destruiste tantas vidas y todavía te creíste en el derecho de reír, vivir, ser feliz, amar…
Joon sentía que las fuerzas cada vez minaban más y su visión se volvió ligeramente nublada.
No se dio cuenta de cómo fue, pero su cabeza volvió a descansar sobre el suelo y sólo sus oídos funcionaron durante algunos intervalos.
-Dejarlo aquí…
-Pero quizá sea mejor llamar a la ambulancia… un asesinato no…
-¿Pero qué estás diciendo? ¡Ya cometimos otro!
-¡No! ¡¡Ella lo hizo porque quiso!!
-¡Suéltame, me haces daño!
-No vamos a cambiar de planes. Además, él hablará…
-¡Pero no quería ir más allá! ¡Ya le he hecho sufrir todo lo que…!
Un golpe partió el aire. Escuchó un gemido. Pudo abrir los ojos ligeramente justo en el momento en que Min Young caía al suelo, sujetándose la mejilla. Thunder se agachó en el suelo y agarró el cuchillo que había utilizado con él.
-El plan es que él muera, y así pagará por todo. No hace falta que te ensucies las manos, primita. Ya lo haré todo yo.
Joon se dio cuenta de que debía reaccionar. Su vida estaba en peligro, no podía quedarse allí tumbado sin hacer nada. Intentó mover los pies, sin embargo parecieron no querer responderle. Siguió intentándolo, la sangre debía seguir circulando por dentro, y no fuera de él. Min Young parecía querer salvarlo, a pesar de todo. La venganza de la chica se había consumado en el mismo momento en que vio la cara de él desencajada al ver que sólo se había acercado a él para vengarse, estaba seguro. Pero Thunder tenía otros planes, y debía detenerle o ya nunca más volvería a ver la luz del sol.
Los pies respondieron. Las rodillas se hincaron en el suelo, débilmente al principio, con fuerza al cabo de unos segundos.
-¿Opondrás resistencia? Eso lo hará todo más divertido.
Él estaba herido, prácticamente desmayado… sin embargo, Thunder era débil. Podía con él, lo sabía. Solo tenía que dejarlo inconsciente, coger a Min Young y huir de allí. El plan era sencillo.
Se puso en pie, sintiendo que la sangre manaba por su espalda sobre la ropa y otra sangre ya seca.
La visión seguía nublada, el cuerpo temblaba y el sudor escocía. Pero tenía que mantenerse de pie y lograrlo.
Se lanzó sobre el otro muchacho.
En realidad no sabía qué estaba haciendo, pero al notar que caía sobre su delgado cuerpo comenzó a forcejear. Logró alcanzar la muñeca y fue aferrarse al cuchillo, no obstante sintió un corte en el brazo. Escuchó los gritos de Min Young, dio un traspié y se aferró a la camiseta de Thunder. Intentó agarrarlo por la cintura, pero no tenía fuerzas suficientes y tuvo que soltarlo, empujándolo.
Escuchó el sonido de un cuerpo caer y se volvió a ver qué había sucedido.
-¡¡Min Young!!-la voz del otro chico pareció hacerle ver de repente con más claridad. Min Young estaba tumbada en el suelo, y la sangre botaba de su pecho y su boca. Se dejó caer de rodillas, intentando alcanzar a la chica. Se arrastró hasta ella, sólo escuchando las súplicas de Thunder. Se llenó de tierra, mezclada con sangre. Alcanzó la mano de ella, Min Young quiso aferrarse a la suya también, pudo sentirlo y… se desmayó.
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EPÍLOGO
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Tres meses no habían sido suficientes para borrar todo el dolor. Seungho, G.O. y Mir habían estado a su lado reconfortándolo, incrédulos todavía a todo lo que había sucedido. No podían creerse haber sido parte de un plan, que todos sus accidentes en realidad habían sido provocados. Ni mucho menos que Thunder fuera el culpable de ellos.
Joon tuvo que explicarles que todo había sido un plan. Que estaba previsto en la cita en grupo que tuvieron que él se quedase con la cara de la muchacha, quien resultaría ser su vecina nueva (¿Piso de estudiantes? Al abrirlo lo encontraron prácticamente vacío, de no ser por las fotografías y planes que adoraban cada rincón de pared). Enamorarse… para al final hacerle sufrir más.
Les habían encontrado a los tres a la mañana siguiente. Por suerte, aunque el parque estaba abandonado, los ancianos de las casas cercanas siempre iban hasta allí para charlas un rato.
Habían encontrado el cuerpo ya sin vida de la chica, a él prácticamente abandonando el mundo también, y a Thunder con el cuchillo clavado en el pecho. Sin embargo, su golpe no había sido letal y pudieron salvar a ambos muchachos.
No hizo falta investigar mucho. Estaba claro que a Joon le habían atacado, igual que a la chica, mientras que el tercer herido se había autoinfligido la herida. Además, sólo las huellas dactilares del muchacho estaban en el arma.
Tampoco lo negó. Cuando le hubieron curado y le dijeron que iban a meterlo en la cárcel, no quiso oponerse. Dijeron que había sido cosa de celos. Así cerraron el caso. Joon limpió el piso de Min Young: no quería que encontraran las pruebas inculpándola a ella también.
El padre de Thunder había movido muchos hilos para poder liberar a su hijo, y como Joon tampoco quiso testificar contra él, a pesar de lo dura que debería ser su pena no lo fue tanto.
Tres meses más tarde, cuando la herida física era una molestia pero no le impedía moverse libremente, fue a visitarle. Sentía que debía hacerlo.
Todo era su culpa, al fin y al cabo.
Le hicieron esperar sentado frente a una ventana de cristal. Thunder apareció, con la ropa de preso, las manos esposadas y grandes ojeras. Llevaba dos meses allí dentro, después de curarse de su herida, y ya parecía haber envejecido quince años.
Joon trató de recordar a su joven compañero de piso, sin embargo no se vio capaz.
-¿A qué has venido?-fue lo que le preguntó al instante Thunder, al otro lado. Un policía se mantenía detrás de él, vigilando sus acciones a pesar de que estaba esposado y a duras penas podía sujetar el teléfono en su oído.
-Quería saber… qué tal estás.
-Ja… no me hagas reír.-musitó Thunder, frunciendo el ceño.
-Siento mucho… todo lo sucedido. Es mi culpa, yo…
-¡No necesito tus mendigas palabras! Por tu culpa, todos… ella también… ¡por tu culpa Min Young ha muerto!
-Lo sé y… no sabes cuánto… cuánto lo siento.-pudo ver el rostro del otro chico petrificándose al otro lado del cristal. Abrió muchísimo los ojos, mientras él se levantaba lentamente, se inclinaba ligeramente hacia el policía y les daba la espalda. Resonó un golpe contra el cristal: seguramente Thunder lo había golpeado con el teléfono.
-¡¡Lo sabía, maldito hijo de…!!
-¡Tranquilízate!-el policía parecía intentar detenerlo.
-¡¿Cómo puedes sonreír así?! ¡¡Cabrón, tú… desde el principio, tú…!!-salió del cuarto, sin poder escuchar el resto de improperios que el chico tenía que decirle.
Dejó de sonreír. Era cansado.
¿Por qué regresaba ese sentimiento después de tanto tiempo? Sólo recordaba haberlo sentido una vez antes.
Noona Soo Ra le había dicho que sería divertido, y que además Young Seung se lo merecía, por no poder verla como una mujer. Le dijo que no temiera, que simplemente tenía que dispararle, que la pistola estaba vacía. Unas palabras y otras eran contradictorias, sin embargo cuando tomó el arma entre sus manos lo supo.
Pesaba. Pesaba más de lo que debería. Nunca antes había cogido un arma, pero por alguna razón lo sabía. Y lo que Soo Ra dijo cobró sentido.
Sonrió para sí mismo. Alzó los brazos, le dio a la pestaña superior de la pistola para desbloquearla y apretó el gatillo.
Young Seung se lo merecía. Por ser tan perfecto, por apartarlo de sus noonas y dejarlo siempre en mala posición ante los demás. Alguien tan genial no debía existir.
El Joon adulto se miró las manos. Por unos instantes se había quedado medio adormecido, ¿qué había sucedido? Sabía que después de ver a Thunder, marchándose entristecido por los insultos, estaba teniendo un recuerdo del pasado pero… ¿cuál había sido?
El teléfono móvil comenzó a sonar. Se estremeció. El sonido del aparato ya nunca significaría lo mismo para él, y siempre tendría la vaga esperanza de que fuera Min Young regresando a su vida.
Lo atendió. Colgó. No pasó nada.
Era hora de seguir hacia delante, no podía quedarse eternamente atascado en el pasado.
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FIN
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Bien, fomento con el ejemplo XDDDDD.
ResponderEliminarMALDITA MALDITAAAAAAAAAAAAA T___________T se que me repito pero... que bien escribes peque, que bien que bien, de verdad, me has mantenido con toda la intriga durante todo el fic y ese giro del final O___o ¿¿PORQUE THUNDEEEEEEEEEEEEEEEEER?? jajajajaajajaja me has dejado editando el capi con cara lerda en plan oyoyoyoyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyyy que lo sepas eres mi ídola escribiendo QUE LO SEPA TODO EL BLOG XDDDDDDDDDD
Gracias por tu fic y... espero que sigas publicando tus historias here... saranghae culochoncita :D
Lo sabía, sabía que ella estaba en el ajo desde el principio pero lo que me sorprendió fue lo de Thunder, que me dejó descolocada, por no hablar de la reacción final de Joon, riéndose de todo lo que sucedió, alegrándose y al final resultó ser el malo ¿no? Osea, sabía que iba a pasar lo que iba a pasar en aquel entonces y ahora sólo se hacía la víctima ¿no?
ResponderEliminarTodo por culpa de una ZP y de un niñato idiota al que le comieron el tarro y que no tenía dos dedos de frente.
Al final, la que más pena dio fue Min Young.
Nena, supongo que te quedaste a gusto con esta tragedia griega. Ahora el próximo tiene que tener final feliz, que a mí ya me dejaste de mal humor y chafada.
Vaya tela!!!!
ResponderEliminarTodo el fic sabiendo que Min Young era una de los malos, pero lo de Thunder no lo esperaba, aunque sí andaba jalándome el coco pensando en quién habría puesto la bala en la pistola.
Hasta el epílogo pensaba que había sido Thunder, pero qué fuertón. Parece ser que Joon no era tan inocente ni babo después de todo.
Genial el fic, maknae, como siempre. Sorprendiendo hasta la última línea.