Autora: Jeannelok
Grupo: Mblaq
Género: ¿Thriller? XD
Rating: +16 (por si acaso se me va la pinza)
Comentarios: En este fic Mblaq no es un grupo famoso. Es una banda que toca en locales y tal, así que obviamente los chicos NO son ídolos.
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PRÓLOGO
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El aire era tan frío que prácticamente los árboles temblaban también, aunque posiblemente era más bien una sensación provocada por el movimiento de sus copas vacías y desprovistas de hojas.
El parque estaba desierto, de no ser por las cuatro figuras que permanecían en él a pesar de lo alejado que estaba y del temporal. Era tarde, casi de noche, y ya solo pasaban algunos coches por allí.
El niño más grande le lanzó algo al más joven, tentándolo a que lo usara. Habían quedado para eso, al fin y al cabo. Solo tenía que apretar el gatillo: nada iba a pasar, no tenía balas. Sin embargo, el más joven seguía reticente, no le gustaba la idea de tener un arma entre sus manos.
-Venga, dejadlo, dice que no quiere…
-¡Venga, aprieta, tú puedes!
Las chicas mostraban opiniones muy diferentes al respecto. La una, espantada y a disgusto con ese estúpido juego. La otra, emocionada, divertida y ansiosa.
El pequeño chico sostenía el arma entre sus manos, viéndolas aún más pequeñas de lo que ya eran de por sí mientras lo sujetaba. La cabeza le daba un poco de vueltas, escuchando voces que le forzaban por un lado a una cosa y por el otro, a una diferente.
Alzó la cabeza, fijando los ojos en su amigo.
Era solo un juego. Ella también se lo había dicho antes de llegar, que sería divertido jugar con la pistola.
Finalmente tomó la decisión, porque le había dicho a su noona que lo haría.
El sonido fue violento, corto pero feroz como el rugido de un oso ante su presa. Aguantó el aire dentro de sus pulmones, sorprendido a la par que asustado, mientras su noona corría hacia él y lo abrazaba con fuerza, felicitándolo.
Miró sus manos temblando y después fijó la vista en la columna de humo que surgía desde la punta del arma.
No tendría que haber humo.
-¡¡Young Seung!!-chilló la otra muchacha, corriendo a coger al muchacho que después de observarse el pecho con sorpresa, caía hacia atrás. La sangre supuraba por la herida de su pecho.
Soltó el arma.
-¡¡Young Seung!!-volvió a rugir la chica, sollozando poderosamente, llamando una ambulancia, intentando detener la herida, maldiciendo. Él simplemente se quedó allí parado, sin saber qué hacer, hasta que sintió la mano de su noona tirando de él para alejarse de allí.
Abandonaron el lugar, lo abandonaron corriendo con todas sus fuerzas y sin mirar atrás, alejándose en la oscuridad y sin dejar de escuchar a los lejos los gritos de dolor y angustia de su amiga.
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CAPÍTULO 01
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Aunque llevaba toda la mañana yendo con la moto de arriba hacia abajo, no se sentía del todo cansado. Estaba acostumbrado a días de mucho trabajo y además le gustaba relacionarse con la gente. Por otro lado, el negocio iba cada vez mejor desde que él había comenzado pues las mujeres estaban encantadísimas de ser atendidas por un joven simpático y realmente atractivo.
Cuando terminó su turno se marchó a comer algo de ramyun a su casa, encontrándose con sus dos compañeros de piso. Le informaron de que para aquella noche la actuación se había adelantado, así que debían encontrarse antes en el local para practicar.
Seungho y Thunder se despidieron antes de él alegando que tenían cosas que hacer y que ya se reunirían allí directamente en unas horas. Él siguió comiendo sin mayor preocupación, disfrutando de la casa para sí solo.
Los ruidos provinieron del piso de al lado, pues al parecer unos vecinos nuevos estaban llegando. Según tenía entendido iban a ser gente más o menos de su edad. Se dijo a sí mismo que debía ir a saludarles cuando tuviera un poco de tiempo, por educación y porque… ¿quién no le decía a él que iban a ser jóvenes guapas y solteras?
Se rió de sí mismo y se tumbó en el suelo nada más terminarse la comida.
Lee Joon era un chico joven de 23 años, despierto y espabilado, quien convivía con dos de sus cuatro compañeros de grupo, y es que aunque por las mañanas trabajaba de repartidor, formaba parte de una banda no muy famosa pero con algunos fieles seguidores, y se dedicaban a tocar algunas noches en los locales que les aceptaban o a veces directamente se lo proponían. Incluso tenían un par de sitios que recurrían a ellos prácticamente como banda fija, ya que se lo habían ganado a pulso.
Con la barriga llena y tumbado allí en el suelo, comenzó a sentir que lo párpados se le hacían cada vez más pesados y se dijo a sí mismo que tenía que ir a comprar, bañarse y llamar a casa antes de ir al ensayo, no obstante se estaba demasiado bien allí tumbado.
Cundo se despertó de repente, únicamente le dio tiempo para irse corriendo al lugar donde sus amigos le estaban esperando, acostumbrados a que como el muchacho no dormía bien por las noches, lo hiciera durante el día.
Aquella noche la sala estuvo prácticamente llena, y como siempre lo dieron todo.
El líder del grupo, Seungho, solía tener problemas de espalda sin embargo aquella noche parecía que no le dolía nada, apoyándose emocionado en el otro vocal del grupo, G.O., jugando entre ellos para emocionar al público. Mientras, el más joven de los cinco, Mir, saltaba por todo el escenario con la guitarra y el bajista, su otro compañero de piso, Thunder, se dedicaba a vaciar una botella de agua sobre sus acalorados fans.
Cuando terminaron el pequeño concierto, los aplausos y el rugido de un público feliz no se hizo de rogar. Joon sintió cómo sus pulmones se llenaban totalmente con un sentimiento de orgullo y felicidad.
Cuando terminaron la actuación y recogieron, se despidió de sus compañeros y llamó por teléfono a Soo Ra, su amiga de la infancia. Cada noche quedaba con ella e iban a tomar algo juntos, prácticamente como una tradición.
Se juntaron no muy lejos de allí y se metieron en un bar. Soo Ra era un par de años mayor que él, sin embargo una vida no demasiado amable le hacía parecer bastante mayor. Tenía el cabello corto y oscuro pegado a un cráneo que se dibujaba a través de la piel, pues la carne era bastante escasa. Los ojos eran grandes y profundos, con marcadas ojeras.
Había sido duro y difícil que la chica abandonase el mundo de las drogas, e incluso después de tanto tiempo sin probarlas los estragos quedaron marcados en su piel de por siempre.
A pesar de su aspecto decaído y triste, provocado no solo por su rostro sino también por su espalda curva y sus brazos demasiado delgados y largos, era una mujer de carácter a quien le gustaba reír y que parecía haberse reencontrado con su sendero por la vida al encontrar novio estable que la quería.
Joon no conocía a ese chico, pero le estaba agradecido por cuidar de alguien a quien él quería tanto.
Pasaron las horas allí sentados tomando un par de cerveza y contándose el día. A pesar de verse cada noche, siempre tenían cosas que contarse, que recordar y de las cuales reírse. E incluso cuando estaban uno o dos días sin verse se llamaban, como si les costase más que a nadie estar separados. Su amistad era fuerte y duradera.
Cuando ya la madrugada era demasiado pesada para sus cuerpos, se despidieron fundidos en un abrazo. Joon la acompañó como siempre hasta casa y después se dirigió a la suya propia, tatareando una de las canciones del grupo.
Había dormido demasiado por la tarde, así que no estaba nada cansado a pesar del concierto y la hora que era, no obstante decidió llegar a casa y darse una buena ducha. Posó los ojos en la puerta de los vecinos: las luces estaban encendidas.
¿Estarían charlando o montándose una buena juerga? Guiado por el silencio, optó por la primera opción.
Se metió en su propio hogar y se dio una ducha refrescante, asomándose a la ventana después y abriéndose la tercera cerveza de la noche. Entró burbujeante y agradable por su garganta, mientras él se planteaba qué podría hacer al día siguiente para no aburrirse por la tarde.
Poco después se tumbaba en su cama, intentando dormir aunque fueran tres o cuatro horas antes de irse a trabajar.
La rutina se repitió entonces, yendo a repartir a diferentes casas donde las mujeres le saludaban como un viejo conocido. Él sabía que era guapo, con un cuerpo bien cuidado gracias al ejercicio, un rostro bonito libre de impurezas y en aquellos momentos el cabello rebelde tintado de rubio. Volvía locas a las adolescentes con sus brazos y encandilaba a las mujeres con sus sonrisas.
Su vida, aunque a veces resultara algo aburrida, no estaba nada mal.
Cuando volvió a casa a medio día, se encontró con Thunder totalmente emocionado en la cocina. Le sirvió un plato de chapche ya que al parecer había preparado demasiado para sí mismo y le obligó a sentarse para explicarle por qué estaba tan entusiasmado.
-Noona –se estaba refiriendo a su hermana mayor, a quien idolatraba y con quien tenía un parecido asombroso. La hermana de Cheon Dung (el nombre real de su amigo, el cual incluso a veces él mismo olvidaba) era a veces como una hermana mayor para ellos también- me ha dicho que ha conocido a unas universitarias a las que les gustaría hacer una cita grupal.-mientras hablaba, parecía que fuera a ponerse a saltar como un canguro.
Según le explicó, una de ellas era prima una amiga de su hermana que un día en broma les había hablado de ellos y decidieron ponerse en contacto con ella al ver que eran el mismo número de personas.
Así fue como mientras comían decidieron decírselo a los demás y un par de días más tarde se reunían en la calle para ir el grupo de diez personas al karaoke.
Las chicas con las que se encontraron eran cuatro muchachas jóvenes y aunque no hermosas, sí guapas. Vestían bien y a la moda, y parecían muy satisfecha por los cinco chicos que se plantaron ante ellas.
Comenzaron las tímidas presentaciones y antes de que ninguno se diera cuenta, prácticamente parecía que ya cada uno hubiera escogido con quién quería pasar la tarde.
-Todavía falta que llegue una amiga-anunció una de ellas, mirando hacia los lados. En ese preciso momento comenzó a sonar su teléfono móvil y lo cogió, volviéndose a hablarles de nuevo cuando colgó-. Acaba de llamar, dice que llegará tarde y que vayamos yendo hacia allí…
-¿Estáis seguras?-preguntó Thunder- Podemos esperarla un poco…
-Si queréis ya me quedo yo.-Joon era el único que parecía desentonar con el grupo, pues no había interferido en los grupos que se habían formado de parejas. En realidad nunca le habían gustado esas citas grupales, no obstante ya que parecían necesitarle para ser el número exacto de chicos había decidido ir.
Los demás se despidieron de él después de que avisaran a la muchacha de que uno de ellos le esperaría donde habían quedado inicialmente e irían juntos hasta el karaoke. Media hora más tarde, pudo reconocerla por la descripción que le habían dado de ella.
Min Young era una chica no muy alta, cuyo cabello le llegaba hasta los hombros, con un flequillo cortado perfectamente recto. Al reconocerla, más que por la descripción porque llegaba corriendo y jadeando allí, alzó el brazo saludándola. Se acercaron uno al otro y se presentaron y saludaron con una reverencia.
-Lo siento, no pensaba que tardaría tanto.-comentó ella, recomponiéndose cuando recuperó el aliento.
Tenía una bonita gran sonrisa.
-No te preocupes.-él simplemente se encogió de hombros, sonriéndole a su vez. No era en sí realmente atractiva, pero había algo en ella que le resultaba familiar y sintió intriga por aquella extraña sensación. Caminaron prácticamente todo el rato en silencio hasta llegar donde se encontraban los demás, y se sentaron juntos porque estaban todos colocados de dos en dos.
A medida que avanzaba la tarde y todos parecían más emocionados (y bebidos) fue conversando con ella, quien al parecer tampoco era muy partidaria de aquel tipo de reuniones pero que había asistido por la insistente petición de sus amigas.
Cantaron un par de canciones animadas juntos e incluso se sirvieron mutuamente la bebida, disfrutando finalmente de su mutua compañía aunque al final tuvieron que separarse. Los muchachos se ofrecieron a acompañar cada uno a su respectiva pareja, por lo cual se despidieron unos de otros hasta que allí solo quedaron Joon y Min Young. Cuando la muchacha le dijo su dirección él abrió sorprendido y le dijo que no podía ser, sin embargo ella insistió.
-Te acabas de mudar, ¿verdad?
-¿Cómo lo sabes?
-Porque yo también vivo en ese edificio.
Después de la mutua sorpresa, la pareja se dirigió sumergidos en una charla hasta el lugar. A medida que habían ido pasando los minutos y las horas, Joon había olvidado aquella sensación del principio y ella había acabado interesándole porque le resultaba divertida e interesante por sí misma.
Le preguntó si vivía sola, pero ella se hizo la interesante y no le quiso responder. Llegaron riéndose hasta el piso y al parecer de sus dos amigos y él, era el primero en llegar. Se despidieron en la puerta del hogar de ella y el chico se dirigió a su casa, llamando a Soo Ra para disculparse por enésima vez por no haber podido quedar con ella aquella noche y contarle que todo había transcurrido bien y tranquilamente, pero ahorrándose hablarle de Min Young porque ni siquiera sabía si la volvería a ver.
Aquella noche durmió plácidamente y sin sobresaltos, quizá porque no había parado en todo el día. Soñó con música, micrófonos, karaokes y chicas. La mañana pareció llegar demasiado pronto y apagó el despertador del teléfono móvil prácticamente a golpes, enderezándose con un fuerte bostezo. Mientras se duchaba alguien llamó a la puerta, y tuvo que salir con el cabello totalmente húmedo a abrir ya que sus amigos parecían no inmutarse ante el sonido.
Abrió la puerta y se encontró con un repartidor que preguntó si él era Lee Joon. Cuando asintió, tuvo que firmar un papel y poner su sello, y el chico le tendió un paquete antes de despedirse. Extrañado se aseguró de que era para él y no vio ningún remitente.
Abrió el paquete y aunque no había ningún tipo de carta dentro, sí que se encontró con un peluche que parecía ser algo viejo. Lo observó con curiosidad y asumió que sería el regalo de alguna fan tímida, lo que no sabía era cómo había adivinado dónde vivían.
Se encogió de hombros sin darle mayor importancia y dejó el paquete a un lado, terminando de prepararse para irse a trabajar.
Quiero másssssssssss!!! Jeannelok, nena, eres una artista!!! Estoy deseando saber qué pasa!!! ^_^
ResponderEliminarDios y yo sin enterarme de que habías publicado aquí nuevo fic, porque me quedé releyendo el de Heartbeat.
ResponderEliminarQue sepas que me encanta y ya me tiene toda intrigada. Nena, eres maravillosa escribiendo y logro ver todo lo que narras con mucha facilidad gracias a ti. Porque ya es tarde, que sino me ponía con el dos ahora mismo.
Creo que ya sé por dónde van los tiros, aunque a lo mejor me equivoco XD
Chapché!! sdjñfhañdskfhkdshaf *boca agua*
ResponderEliminarEstoy intrigada por el prólogo,pero mogollón. Sigo!
Quiero más *-* y si no escribes sobre la pareja de G.O mejor XDDDDDD me encanta como es Joonie en el fic *-* hagsahgshagsha todos sabemos que se acabará enamorando de ella e___e
ResponderEliminarEspero el segundo capítulo e___e