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jueves, 7 de abril de 2011

Forget about the Stars Capítulo 3



Título: Forget about the Stars
Autor/a: Go Eun Chan [고 은찬]
Grupo: Beast
Género: Romance, Angst, Yaoi
Couple: Junseung, Kiwoon
Rating: +13




Pero el curso se terminaba, apenas quedaban unos días antes de la ceremonia de graduación y todos estaban nerviosos. Todos tenían decisiones que tomar, caminos que escoger, amigos de los que despedirse. Pero Hyunseung estaba especialmente nervioso. Ya se había decidido y le había preparado algo muy especial a Junhyung. Sin que él lo supiera había estado componiéndole una canción, una que revelaba la verdad que escondía su corazón. Y no esperaba que Junhyung le correspondiese, pero esperaba que  aceptase sus sentimientos, que era a lo máximo que podía aspirar alguien como él. Así que, sin más, quedaron en el lugar de siempre, Hyunseung estaba preparado, guitarra en mano y dispuesto a ser sincero por una vez y a no esconderse del mundo exterior, como le había aconsejado su hermana. Pero cuando Junhyung llegó notó algo extraño en su cara. Tenía los ojos gachos y un aire crispado, como si estuviese sufriendo una gran presión. Esto preocupó a Hyunseung, quizás no era el mejor momento para hacer lo que iba a hacer.

- ¿Qué es lo que tenías que decirme, Seung? –Su voz también sonaba débil, como despojada de toda su energía. 


- ¿Te pasa algo?  -Había preocupación en su voz, más allá de la que quería demostrar seguramente, pero cuando estaba con su amigo no podía evitar ser sincero.


- No es nada, sólo estoy un poco agobiado. Pero veo que has traído la guitarra, ¿tienes algo nuevo que enseñarme? –Jun intentó sonreírle al mayor, pero la sonrisa no le llegó a los ojos.
 

Aunque Hyunseung no estaba convencido con la respuesta del otro, prefirió dejarlo estar. Sabía que había alguna razón por la que no se lo había contado y no tenía intención de agobiarle más. Hyunseung se colocó la guitarra y empezó a tocar la melodía.

Oh listen to my heart,


no words can describe you, but


just in my style, I’ll tell you my heart, 


Conforme la canción avanzaba la débil sonrisa de la cara de Junhyung se borraba y poco a poco palidecía.


- Eso… ¿lo has compuesto para mí? –Dijo débilmente con un tono indescifrable.
Hyunseung no sabía qué hacer, sabía que algo iba mal. ¿No le habría gustado la canción? ¿O sería que no se esperaba que se sintieses así? Lo que menos quería el joven era perder la amistad de su mejor amigo, aunque eso significara tener que quedarse como amigos para siempre.


- Sí, Junhyung. La compuse pensando en ti. Son mis sentimi…


Pero antes de que pudiese terminar la frase, Junhyung salió corriendo, dejando a Hyunseung solo y sin darle ninguna explicación. 


Y así continuaron durante los días antes de la graduación. Todos están ocupados con los exámenes, todos nerviosos y Hyunseung y Junhyung apenas se cruzaban, y si lo hacían él le ignora completamente, dejándole cada vez más confundido. Hasta que llegó el día de la graduación y es Junhyung el que citó a Hyunseung en el lugar de siempre. Él acudió sin pensárselo, pero asustado por lo que pudiese resultar de esto. Aunque estaba deseando verle y que volvieran a ser amigos, su orgullo, el mismo que estuvo aplastando durante años de bullying, ahora le obligaba a ser frío y a no ser capaz de encarar a su único amigo. Ese mismo estúpido orgullo que había estado dormido toda su vida ahora le obligaba a hacer cosas estúpidas.


- Me alegro de que hayas venido –le recibió la voz de su amigo, tan débil como la última vez que hablaron días atrás, pero con un tono triste que ahora si era capaz de descifrar.- Tenía miedo de que no quisieses volver a verme.


- Te recuerdo que eres tú quien me ignora –De nuevo ese estúpido orgullo le hacía decir cosas que no pensaba en realidad. Sólo quería decirle que por supuesto que iba a acudir, que le había echado de menos, pero esa bola oscura  que le apretaba el pecho tenía otra opinión.
Pero lo que estaba por venir iba a hacer que esa bola y todos sus pensamientos se quedaran en blanco.


- Te he llamado por eso, para darte una explicación. No vamos a poder volver a vernos en mucho tiempo, me voy a estudiar a Estados Unidos.


Al principio Hyunseung no registró la información. No podía ser verdad. Estados Unidos estaba a kilómetros de allí, la otra punta del océano. No podía ser verdad. Llevaban meses planeando como sería cambiar de instituto, ir a un sitio nuevo, con nuevos compañeros y olvidarse de los malos ratos, las burlas y las palizas. Como sería empezar juntos desde 0, dispuestos a crear nuevos recuerdos que guardarían para siempre. Pero ahora él cambiaba las reglas del juego, se iba, se iba muy lejos y posiblemente no volverían a verse.


- Lo siento Seung… -Junhyung sabía que Hyunseung estaba intentando procesar la información que acababa de recibir y tardaría un rato en volver a hablar –Si correspondiese ahora a tus sentimientos sólo sería un estorbo para tus sueños. Sé que no tengo derecho alguno, pero tengo que pedirte que me prometas algo. Prométeme que harás realidad tu sueño, prométeme que no descansarás hasta convertirte en un gran cantante. Y una vez que lo hagas realidad, te prometo que volveré, volveré y te buscaré para que podamos recuperar esto, si eres capaz de esperarme y sigues sintiendo lo mismo entonces.


Sin más, Junhyung salió corriendo, despidiéndose mentalmente de su mejor amigo y deseando con todo su corazón que Hyunseung siguiese albergando los mismos sentimientos cuando volviese, por muy tarde que eso fuera. Posiblemente eso era lo más doloroso que había tenido que hacer en sus 15 años de vida. Y pagaría por no haber tenido que hacerlo, pero él mejor que nadie sabía que el dinero no podía comprarlo todo, las cosas importantes no se conseguían ni con todo el dinero y estaba seguro de que si su familia no fuera la importante familia Yong ahora mismo no estaría perdiendo a la persona más importante en su corazón. Pero también sabía que este momento llegaría, desde que era pequeño había sabido cuáles eran sus responsabilidades para con la familia, especialmente desde que su hermano desapareciera de casa y le tocase a él ser el heredero, un cargo para el que un niño de 10 años no estaba preparado. Aunque antes de conocer a Hyunseung había asumido su puesto y se había resignado al futuro que le esperaba, con la llegada del chico a su vida esperaba poder cambiar su futuro, esperaba poder evitar su destino o al menos aplazarlo. Pero su padre había sido implacable y no había nada que hacer. 


-Mentiroso –Murmuró entre dientes Junhyung, que sabía perfectamente que su hermano se habría opuesto, ya lo hizo con 12 años, cuando dejó la casa familiar para irse a vivir con unos familiares lejanos, dejando así a su hermano pequeño con todo el peso del apellido. Pero él no era su hermano, él era Junhyung, el sumiso, el obediente, del que todos esperaban muchísimo y no había nada que odiase más que no cumplir con las expectativas de los demás. 


Cuando Hyunseung consiguió salir de su ensimismamiento se encontraba en la graduación. No recordaba como había llegado allí, sólo que estaba escuchando de fondo al director dar su discurso y a su alrededor no conseguía encontrar a Junhyung, que se había ido antes de que terminase y ya debía estar camino de Estados Unidos, hacia una nueva vida, un nuevo país y, sobre todo, nuevos amigos, que harían que el tiempo pasado en Corea no fuera más que un recuerdo lejano.


Pero Hyunseung no estaba dispuesto a seguir siendo el objetivo de las burlas de los demás durante la segunda parte de la secundaria. Y lo primero que tenía que cambiar en su vida era su aspecto y quién mejor que su noona para ello. A pesar del miedo que le daban las cosas nuevas, el tiempo con Junhyung le había hecho darse cuenta de que no podía seguir oculto toda la vida, evitando el dolor escondido tras sus gafas de pasta. Y su hermana estaba más que encantada al ver el cambio en su hermano. Aunque notó algo diferente en su mirada, intentó borrar cualquier pensamiento negativo y le animó a ser una persona nueva, a salir de su caparazón y a mostrarse al mundo tal como era. Empezando por las gafas y el pelo, el nuevo Hyunseung no tenía nada que ver con el antiguo.


Aunque al principio estaba nervioso, por fin llegó el primer día en su nuevo instituto. Antes de salir de casa se miró una vez más al espejo. Aún seguía sin reconocer el reflejo que veía en el espejo. El reflejo no intentaba esconderse con miedo, sino que miraba orgulloso a la persona reflejada. Ya no llevaba el pelo largo y negro, sino que se lo ha aclarado y lo lleva bastante más corto, especialmente el flequillo, que ahora lleva peinado hacia un lado y dejaba ver los grandes ojos curiosos del joven. Sin duda parecía otro, y estaba seguro de que nadie le reconocería. Además, se había cambiado a un instituto bastante alejado del anterior, asegurándose de que nadie le conociese. Una vez que consiguió acumular bastante confianza salió de casa, dispuesto a empezar de cero, aunque esa persona ya no estuviese a su lado.


-Idiota, ¿por qué no eres capaz de seguir adelante? Seguro que él también lo ha hecho –Y con un suspiro rezó porque esos pensamientos inútiles abandonaran su cabeza. A partir de ahora solo trabajaría por sí mismo y nadie más.


Pero conforme se iba acercando a su nuevo instituto lo que más temía ocurrió. A su alrededor sólo veía miradas y escuchaba murmullos que no consiguía entender. ¿Ya? ¿El primer día de clase y ya era el bicho raro? Cuando salió de casa pensaba que iba bastante bien, pero la confianza que había conseguido acumular poco a poco estaba escapando hasta que pasó algo que no se esperaba.


- Oppa… -un chica que parecía tener su edad se acercó a él y le miró con un brillo extraño en los ojos, mientras al fondo un grupo de chicas que parecían ser de la misma edad se reían 


–Somos nuevas, ¿te importaría enseñarnos el instituto? 

Esto cogió a Hyunseung por sorpresa, era la primera vez que una chica se acercaba a hablar con él, y, aún más, la primera vez que le pedían que les hiciera compañía. Quizás los murmullos y las miradas eran producto de su imaginación o… ¿serían de otra naturaleza? No estaba acostumbrado a que le mirasen sin desprecio. Pero cuando iba a contestarle algo a la chica una voz le interrumpió.


- Venga, venga, ¿ya estáis atosigando a los chicos nuevos? Sohyun, creo que ya te dije que no te pega esta personalidad de buscona… -dijo el chico mientras la tal Sohyun le miraba con una cara irritada y salía corriendo junto a sus tres amigas. 


- No deberías ser tan cruel con ellas, Kwangie, después de todo son compañeras de clase –dijo un chica desde detrás del chico al que acababa de llamar Kwangie.


Lee Kikwang, o Kwangie, como le gustaba que le llamasen, era famoso en el instituto por su físico, su sonrisa y, sobre todo, su habilidad para el baile. Era el líder del grupo de baile del instituto y tendría detrás suya a todas las chicas del instituto si no fuera porque era abiertamente gay. Aun así las chicas no podían evitar suspirar cuando les dedicaba una de sus sonrisas o cuando les hacía uno de sus bailes sensuales. La chica junto a Kikwang se llamaba Kim Hyuna y era también del grupo de baile de Kikwang. A pesar de tener una fama de ser bastante ligera de cascos, en realidad era una chica divertida y agradable. A pesar de su apariencia, largo pelo caoba y los labios siempre pintados de un exagerado color rojo, no era una chica extravagante, solo cuando bailaba se volvía una fiera del escenario capaz de comerse a cualquiera.


3 comentarios:

  1. AAAAAAAAAAAAAAA!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!! No sabes cuanto espere!!!!!!!
    casi he muerto~~~
    por Dios~ *abiertamente gay* O_O oteokeeeee!!! pobrecito de Hyunseung----- ñejeeeeeejejjejeje ya! no demores con el próximo ^-^ Sean niñas buenas...bye
    T

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  2. Dios, no me lo puedo creer, se separaron y ahora en el instituto parece que van a pasar cosas bastante interesantes. Deseando leer el siguiente

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  3. Oh yo tambien espere esta conti a mil!!!!! waaa ahora que pasara con Joker!!! regresara por seung? ainss amo este fic!! gracias por continuarlo!!!!

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