Forget about the Stars Capítulo 2

Título: Forget about the Stars
Autor/a: Go Eun Chan [고 은찬]
Grupo: Beast
Género: Romance, Angst, Yaoi
Couple: Junseung, Kiwoon
Rating: +13



 No podía creerse que, después de evitar que le pillaran el día anterior, hubiera caído de forma tan absurda de nuevo. Debería haber cambiado de lugar, o debería haberse ido a casa o debería al menos haberse dado cuenta de que había alguien. Pero no, había sido lo suficientemente estúpido como para volver al lugar del crimen. Pero si Hyunseung estaba sorprendido, Junhyung no lo estaba mucho menos. Él se esperaba a cualquier persona menos a él, Jang Hyunseung, el chico raro y tímido de clase, el único que no participaba en las actividades de clase, el único que no interactuaba con el resto de compañeros. 


Después del shock inicial Hyunseung intentó recoger rápidamente sus cosas y salir corriendo, pero Junhyung consiguió agarrarle de la muñeca antes de que saliera huyendo de nuevo. Hyunseung le miró con cara suplicante, deseando que le soltase para poder huir y no tener que sufrir la humillación que seguro que estaba por venir. Pero Junhyung tenía otras ideas.


- No huyas, por favor. ¿Sabes que cantas genial? Aunque tus canciones son bastante tristes…

Hyunseung seguía mirándole directamente, por primera vez en mucho tiempo, rogándole con la mirada que le dejase ir, sin apenas escuchar lo que le estaban diciendo.

- No eres muy hablador, ¿verdad? Supongo que usas tus canciones para expresarte, ¿te importa si sigo escuchándote cantar?

Entre los diferentes pensamientos que se estaba formando en la cabeza de Hyunseung, esta frase le llamó la atención sobre el resto. Él… ¿quería escucharle? ¿No había venido a meterse con él?


-Tú…¿no has venido a meterte conmigo? –Hyunseung no terminaba de creerse lo que acaba de oír. 


- ¿Por qué debería meterme contigo? ¿Lo dices por lo que pasó antes? No deberías hacer caso. Cada uno es como es y nadie debería criticarte por tu forma de ser. Y tus canciones me valen para creer que eres una persona interesante. –Le dijo Junhyung con una sonrisa y a la vez extrañado por la pregunta.


Realmente no entendía a qué venía lo que su amigo dijo antes. A él no le parecía mal chico, algo tímido y reservado, pero nunca había hecho nada para inspirarle malas vibraciones. Si bien era cierto que a veces aparecía con magulladuras y casi siempre tenía las gafas rotas, parecía más alguien en problemas que alguien que los cause.


- ¿Lo dices en serio? –Hyunseung estaba cada vez más sorprendido. No sólo estaba hablando con Yong Junhyung, sino que, además, le estaba elogiando. 


Pero todos sus pensamientos se detuvieron cuando él le volvió a dedicar esa sonrisa tan enigmática. 


Después de este segundo encuentro lo meses pasaron en un soplo. Junhyung y Hyunseung se venían cada día después de las clases. Aunque Hyunseung le pidió a Junhyung que fingiese no conocerle durante las clases, él siempre se las apañaba para dedicarle sonrisas furtivas y mandarle notas  graciosas cuando el resto de compañeros no les veían. El tiempo que pasaban juntos lo pasaban hablando de cosas sin importancia, sobre su infancia, los estudios, cualquier tema era bienvenido y debatían durante horas. El tiempo que no hablaban lo rellenaban con la suave voz de Hyunseung, que a veces era acompañada por los potentes raps que Junhyung componía durante las tardes que pasaban juntos. Cada vez las canciones eran menos depresivas, más alegres y movidas. Hyunseung empezó a coger confianza en su música gracias a las opiniones de su amigo y empezó a experimentar con otros sonidos más electrónicos y menos acústicos. A veces grababa la música y la escuchaban juntos mientras tarareaban las letras que componía Hyunseung con la ayuda de Junhyung. Así pasaban las tardes y parecía que la presencia de Junhyung alegraba la vida de Hyunseung, que no había sufrido ningún ataque en semanas, quizás por el aura que le rodeaba o simplemente por suerte. Pero sin duda todo en la vida del joven iba mejor desde que el otro chico estaba a su lado. 


Aún así, la relación de los dos no salía de las paredes del colegio. Ninguno conocía a la familia del otro, ninguno sabía cómo era la vida del otro realmente fuera del colegio. No era algo que necesitaran conocer, les valía con pasar todo el tiempo posible juntos, aunque fuera en aquel lugar apartado dónde nadie podía encontrarlos. Hyunseung sólo sabía que Junhyung venía de una familia muy rica y que vivía solo en Seúl. Junhyung sólo sabía que Hyunseung vivía con sus padres y su hermana en un barrio humilde. No les hacía falta saber más, no les hacía falta profundizar en el pasado del otro, solo el presente les era necesario. Y quizás era el modo que ambos tenían para escapar de los problemas de su vida diaria, esta amistad se había convertido en el hogar de ambos, el lugar donde se sentían cómodos, protegidos y en familia. Pero conforme pasaban las semanas un sentimiento extraño empezó a forjarse dentro del corazón de Hyunseung. Al principio no sabía de qué se trataba, solo que era un calor que le entumecía el cuerpo cada vez que estaba cerca de Junhyung. Cada vez que el menor de los dos se acercaba para que compartieran el walkman, el corazón de Hyunseung se aceleraba, le sudaban las manos y una sensación extraña se le alojaba en la garganta. Poco a poco ese sentimiento aumentaba hasta el punto en que le llenaba todo el pecho. Pero solo había una persona a la que le podía preguntar sobre este tema sin que diese pie a preguntas estúpidas y explicaciones.


- Noona… ¿puedo preguntarte algo? –Hyunseung consiguió el valor necesario y llamó a la puerta donde su hermana Gina parecía estar estudiando.


- ¡Pasa Seungie! Llegas en el momento perfecto. –Hyunseung abrió tímidamente la puerta y se encogió de miedo al ver lo que estaba haciendo la chica.


Su hermana, Jang Gina, tenía 17 años y estaba en último año de instituto. Pero, al contrario que Hyunseung, ella no estaba dispuesta a seguir los pasos que le marcaban sus padres. Aunque ellos querían que fuera a la universidad y fuese alguien con una carrera provechosa, lo único que le interesaba a Gina era ser estilista. Y esto no hacía más que traerle dolores de cabeza a su hermano pequeño, que era casi siempre el conejillo de indias con el que su hermana experimentaba sus nuevas técnicas. Cuando entró en la habitación lo primero que vio fue a su noona peinando una peluca cariñosamente, como si de un gato se tratara. Y conocía el tono de voz que había usado para decir “momento perfecto”. 


- Noona… -Hyunseung la miró con miedo. Tenía esperanzas en poder preguntarle lo que quería y salir de allí sin tener que sufrir después varias horas bajo la ducha para deshacer los “experimentos” de su hermana mayor.


- Sí, sí, Seungie, puedes preguntarme lo que quieras, pero necesito que te pruebes esto –Mientras Gina hablaba sin prestarle mucha atención a su hermano pequeño rebuscaba en una bolsa un bote con una pegatina que rezaba “suavizante y aclarador de cabello”, a lo que Hyunseung respondió dando un paso atrás, pero pronto tenía a su hermana cogiéndole del brazo y sentándole en una silla. –A ver, cuéntame que te ocurre mientras te aplico esto, tienes que tenerlo durante 30 minutos, así que tenemos tiempo para hablar.


A Hyunseung no le quedaba otra que resignarse, conocía el carácter de su hermana y sabía que no sería capaz de escapar. Solo esperaba que la palabra aclarador no significase lo que creía que significaba. 


- Noona… ¿has sentido alguna vez un calor aquí dentro, como si te quemase el pecho? No sé qué me pasa, quizás debería ir al médico. O a lo mejor tengo fiebre, pero el corazón me late muy rápido y me sudan las manos. –Hyunseung no sabía si se estaba explicando claramente, pero tampoco sabía explicar lo que le ocurría.


Hyunseung miró al espejo frente al que estaba sentado y vio como, poco a poco, la sonrisa de su hermana se hacía más grande, lo que desconcertó aún más al joven. ¿Por qué sonreía su noona? ¿Se alegraba de que su querido dongsaeng estuviese enfermo? Gina notó la mirada extrañada de su pequeño hermano e intentó darle una respuesta que le satisficiese, ya que sabía lo curioso que éste era y lo mucho que le daba vueltas a las cosas.


- Es algo que te pasa sólo a veces, ¿verdad? ¿Quizás sólo cuando estás cerca de cierta persona? –Si había alguien que conocía a Hyunseung, esa era su hermana mayor y Gina se había dado cuenta de que en los últimos meses su hermanito no era el mismo. No era ya sólo que ya no volvía a casa golpeado, todo en Hyunseung había ido cambiando, desde su mirada hasta su presencia. Ya no parecía un fantasma deseando desaparecer y, aunque no lo sabía a ciencia cierta, está segura de que había alguien detrás del cambio. –Seungie… ¡parece que te has enamorado!


Y la mirada de Hyunseung no hizo más que confirmar sus sospechas. El chico le miró asombrado, con una mezcla de terror y sorpresa claramente marcada en los oscuros ojos almendrados. Sorpresa por la revelación que le acababa de hacer su hermana, terror por lo que podía suponer. ¿Él? ¿Enamorado? No podía ser… no podía haberse enamorado de Junhyung. Y si era así, ¿qué debería hacer ahora? ¿Debería decírselo a él directamente? No, imposible, eso solo arruinaría su amistad… ¿Qué sentiría Junhyung por él? Gina se dio rápidamente cuenta de que la cabeza de su dongsaeng empezaba a echar humo y esperaba que no fuera producto del suavizante capilar.


- Tienes que decírselo, Seungie. –La respuesta de su hermano fue mirarla de nuevo con terror en los ojos –Sé que es difícil, pero esa persona se merece saberlo y no puedes seguir dándole vueltas a la cabeza, no puede seguir escondiéndote del mundo exterior.


Hyunseung se quedó en silencio, pensando en lo que su hermana le había dicho y en lo que debía hacer. ¿Prefería quedarse con la duda para siempre o arriesgarse a perder a su único amigo?